La NASA nos presenta a Ultima Thule. Es el objeto celeste más lejano jamás explorado por la Humanidad. Se ubica a 6.500 millones de kilómetros de distancia del Sol, a seis horas y siete minutos luz de la Tierra, en una de las regiones más remotas del Sistema Solar, conocida como el cinturón de Kuiper en honor al astrónomo que predijo su existencia en la década de los cincuenta, Gerard Kuiper.

A Ultima Thule lo acaba de sobrevolar la nave New Horizons en una misión que lidera el científico Alan Stern, del Instituto de Investigación Southwest, cuyo equipo inicialmente valoró la posibilidad de que Ultima Thule fuese la unión de dos objetos planetarios distintos, aunque el científico de la Universidad Johns Hopkins, Hal Weaver, ha informado finalmente de que se trata de un solo asteroide. El equipo de New Horizons ha pasado tres años y medio trabajando para hallarlo. Por ahora, sólo se han difundido de él imágenes de muy baja calidad.

Ultima Thule tiene forma de cacahuete. Su nombre lo eligió el público en una convocatoria de la NASA, como un término de origen griego usado por geógrafos romanos y medievales para indicar un lugar situado “más allá del mundo conocido”. Antes, se había bautizado al asteroide como 2014 MU69.

La nave New Horizons, la misión que lo investiga, fue lanzada en 2006 e hizo una aproximación histórica a Plutón en 2015, pasó seis meses de hibernación hasta junio pasado, cuando retomó su trayecto hacia Ultima Thule. Entre los próximos retos del viaje figura determinar la duración de la rotación sobre sí mismo del pequeño asteroide, de apenas 35 x 15 kilómetros. Por ahora, y a falta de confirmar la hipótesis, los científicos consideran que esa rotación dura entre 15 y 30 horas. Los científicos y astrónomos a cargo de esta misión esperan que la información que recabe New Horizons ayude a entender mejor la formación del Sistema Solar y cómo se construyeron los planetas.