El arte de Banksy sigue siendo controvertido, incluso cuando el no tiene nada que ver. Bueno, sí, él dejo ese graffiti en recuerdo de las víctimas de los atentados de París en una de las puertas del club Bataclan, donde fueron asesinadas 90 personas en 2015.
Lo que ocurre es que hace ya mucho tiempo que un dibujo de Banksy en una pared o puerta de una calle de cualquier ciudad del mundo ha dejado de ser un graffiti. Un borrón vandálico cuya vida dura hasta que es borrado. Ahora, el peligro real de un graffiti de Banksy es que sea robado.
Golpe perfecto
Un grupo de individuos, con las capuchas de las sudaderas tapándoles el rostro, saltaron de una furgoneta hace unos días. Provistos de palancas de hierro, soltaron los paños de la puerta que servía de soporte de la obra y se los llevaron. De momento su paradero es desconocido.
La cuestas son muy fáciles. El pasado mes de octubre, una obra del montón del artista de Bristol, fue subastada en Sotheby’s por casi dos millones de libras. A esa cotización, cuánto puede valer un mural realizado con spray para recordar un salvaje atentando realizado por uno de los artistas más importantes del momento.
Inmediatamente han sonado las voces que lamentan el robo. La más dura la del propio club. En el mural robado aparecía la imagen de una Virgen doliente pertrechada con un traje policial de asalto. Además, Banksy, que no solo dejar nada al azar, eligió como lienzo la puerta de incendios, por la cuál escaparon muchos de los que aquella noche consiguieron salvar la vida.