Durante el Holoceno temprano y medio (entre 8.000 y 3.000 años antes de Cristo) las montañas saharianas del Tadrart Acacus, en Libia, tenían agua, y allí se practicaba la pesca. Es la conclusión de un estudio que publica la revista Plos One y firma un equipo del Museo de Historia Natural de Bélgica y de la Universidad de la Sapienza de Roma, que afirma, además, que en esta zona de Tadrart Acacus se han hallado, además de restos de asentamientos humanos, huellas de fauna marina, como el bagre, la tilapia o el pez gato.

Los científicos han constatado que los restos de peces encontrados constituyeron casi el 80 por ciento del total de los hallazgos, que ascendió a 17.551 restos de fauna en total. Han detectado también que los peces fueron disminuyendo con el tiempo: se pasó de ese 90/80 por ciento del total del conjunto de animales hace unos 8.000 años antes de Cristo (AC) a solo el 40 por ciento hace unos 3.000 años AC.

A medida que los peces disminuían, aumentaba la cantidad de otros mamíferos, lo que hace pensar que los habitantes de Takarkori se fueron centrando más en la caza y en la ganadería que en la pesca. Los autores también han observado que la proporción de tilapia disminuyó de manera más significativa que el bagre, lo que se pudo deber a que estos últimos tienen unos órganos respiratorios que les permiten coger aire y sobrevivir en aguas poco profundas y de alta temperatura.