El gobierno de la Comunidad de Madrid, liderado por Isabel Díaz Ayuso, lleva semanas de agravio contra el colectivo LGTBI. Si esta semana ElPlural.com recordaba el consejero de Educación, Emilio Viciana, decía que la administración Sol iba a promover que fueran “asociaciones médicas” y “científicos” quienes impartieran charlas sobre el colectivo en centros educativos, tampoco pasan desapercibidas otras declaraciones que han tenido lugar en los últimos días.

Algunas de estas palabras no solo han supuesto un desprecio para quienes pertenecen a las siglas que ampara la bandera arcoíris, sino también para otras, como por ejemplo las personas con autismo. En este sentido, el diputado y portavoz de Cultura y LGTBIQ+ del PSOE de Madrid (PSOE-M), Santi Rivero, recuerda en conversación con este periódico que Pablo Pose, diputado del Partido Popular en la Asamblea de Madrid, llegó a vincular el autismo infantil con la transexualidad.

“Vemos qué está pasando con niños que tienen autismo y que dicen que son transexuales y se encuentran en un problemón en su vida”, pronunció. El miembro de la derecha trató de enmendar el discurso desde el escaño diciendo que con ello “no quiere decir que todos sean transexuales o todos sean autistas”, pero no evitó la sorpresa de la oposición, la cual personificó, entre otras, la diputada de Más Madrid, Carla Antonelli.

"No está a la altura de la diversidad"

En un mes en el que coincidiendo con el Orgullo la extrema derecha, pero también la derecha, han dado rienda suelta a los discursos acientíficos en detrimento del colectivo. “No sé la base científica que tiene esa afirmación”, respondía esta misma semana Rivero, en su caso miembro del Ayuntamiento, donde también se han escuchado ataques de todo tipo en los últimos plenos.

“Yo no soy psiquiatra, pero el psiquiatra que ustedes trajeron a la comisión cuando debatimos las leyes ya insinuó esta cuestión, y cuando yo le pregunté si podía confirmar esa relación no fue capaz de explicarla”, dictó.

Más recientemente, en declaraciones a este medio de comunicación, la misma fuente establece un orden cronológico de los hechos: "Desde que Ayuso saco mayoría absoluta, el PP de Madrid se está a esforzando por relacionar la transexualidad con enfermedades o problemas de salud mental, como si la primera fuera consecuencia de la segunda. Por eso reformaron las leyes y obligaron a los menores a estar en tratamiento psicológico hasta la mayoría de edad, cuestión que vuelve a patologizar a las personas trans, ya que el acompañamiento si no es voluntario no es acompañamiento", dicta.

Rivero lamenta que la reforma ha causado "mucha confusión y sufrimiento": "Esta concepción solo viene a demostrar que el PP nunca ha creído en la diversidad ni en la igualdad del colectivo LGTBIQ+. Todo lo que se sale de su marco mental, que cada vez parece más marcado por organizaciones ultras como Hazte Oír, lo consideran raro o producto de una enfermedad"

Educación sexual en las aulas

El PP parece acercarse a Vox en algunos postulados que, por otra parte, resultan fáciles de desmentir a expertos de la sexualidad o en materia LGTBI desde un punto de vista tanto político como social.

Esto ocurrió con la intención de la Comunidad de Madrid de determinados grupos o asociaciones no impartan talleres en las aulas. El propio Rivero dejaba claro a ElPlural.com que el objetivo de las charlas que se realizan en centros “no es aportar una explicación médico-científica, sino hablar de la realidad de unas personas que sufren discriminación por mostrar su orientación y/o identidad de género”. “De hecho, es la principal causa de acoso escolar en nuestro país”, destacaba desde el otro lado del teléfono tras asistir a la presentación del MADO 2025.

El diputado socialista y a su vez ex vicepresidente de la junta directiva del Colectivo LGTBI de Madrid (COGAM) recordaba que estas trabas parecen defienden que “existe una enfermedad o algo que se puede/debe evitar” en relación con las personas LGTBI y, más concretamente, a las personas trans.

Almeida, por el mismo camino

Región y consistorio han hecho declaraciones o han efectuado movimientos en una línea similar el mes en que Madrid celebra ser una ciudad diversa. Seguramente el ejemplo más claro del alcalde haya sido el de la bandera arcoíris que, un año más, no volverá colgar de la fachada municipal. “No nos metemos en broncas”, dijo.

Con la justificación de que la izquierda quería “monopolizar” el colectivo, el regidor repetía el patrón llevado a cabo desde que se sienta en el Palacio de Cibeles. Y no contento con ello, forzaba la retirada de la tela de las dependencias municipales de otros grupos políticos (PSOE y Más Madrid), permitiendo así ponerla únicamente este sábado.

Vox va mucho más allá

Los ‘populares’ no igualan, es cierto, el nivel de Vox o, al menos, no lo muestran de manera tan clarividente. Dentro de todas las incongruencias y barbaridades que la extrema derecha vierte sobre las personas LGTBI, en los últimos días la edil Carla Toscano -con el beneplácito del presidente de la Mesa, del PP- las relacionó con la “pederastia” y la “corrupción de menores”.

Por si fuera poco, el portavoz de los de Santiago Abascal en la ciudad, Javier Ortega Smith amenazaba con mandar “al campanario” a dos profesores que habían criticado que la ultraderecha hablara de “chiringuitos” cada vez que se refería al colectivo.

En el tono agresivo que le caracteriza, Smith entraba al cuerpo a cuerpo con su homóloga de Más Madrid, Rita Maestre, después de que ésta se solidarizase con los docentes y tildase al parlamentario de “matón de traje y corbata”.

“Matones son todos vuestros amigos de la extrema izquierda que llevan años acosando y agrediendo a afiliados, simpatizantes y cargos de Vox en mesas informativas o actos como el de Vallecas (…) Aceptad de una vez que tenemos la libertad de denunciar vuestra hipocresía feminazi y vuestros chiringuitos LGTBIJKLMNÑOPQRSTUVWXYZ:;.-,/?.+%ERRORHTTP501. Dimite tú y todo tu partido por ser cómplice de mantener al gobierno más corrupto de la historia”, escribía.

Ante esto, Maestre respondía: Hace un año y medio agredió en un pleno a mi compañero Edu Rubiño. Hace tres semanas intimidaba a trabajadoras y usuarios de un centro de acogida de migrantes en Vallecas. Ayer amenazó con “mandar a un campanario” a dos profesores del IES San Isidro. En fin: un nostálgico y violento falangista que siempre nos tendrá enfrente, con la cabeza bien alta".

Súmate a El Plural

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio