Vox no pierde la oportunidad de cargar contra el colectivo LGTBI cada vez que tiene oportunidad, y qué mejor motivo para ello que el Orgullo, el mismo que pidieron enviar a Casa de Campo hace unos años.
Si bien es cierto que dentro de la extrema derecha es un tema con el que cierran filas -y no solamente en España, sino también en otros países como Hungría, donde el gobierno de Viktor Orbán ha prohibido la marcha alternativa- no lo es menos que hay rostros más representativos en esa particular batalla que la ultraderecha mantiene contra todo lo que va en contra de lo tradicional y a favor del progreso.
Una de esas personas es, sin duda, Carla Toscano, edil de Vox en el Ayuntamiento de Madrid y quien esta semana ha pronunciado un discurso inaceptable en el Consistorio para referirse a la fiesta que marca el final de junio y principios de julio.
"La fiesta del Orgullo va de sexo y dinero"
Desde el atril, la edil del partido de Santiago Abascal pronunció lindezas como que “la fiesta del Orgullo no va de igualdad”, sino “de sexo y de dinero” o que el “adoctrinamiento LGTBI a los niños es corrupción de menores y lleva a la pederastia”. También volvió a hablar de “lobby LGTBI”.
“Quiere propagar la homosexualidad y la transexualidad en adultos y niños (…) No te quiere feliz, te quiere esclavo y herido”. Y mezclando cosas que no tenían nada que ver -de distintos ámbitos- la concejal aprovechó para decir que “el PSOE es el partido más corrupto de la democracia y el PP el más cobarde”. “La ideología de género te odia, odia las familias y odia el bien”.
Toscano pronunció el discurso para defender la última proposición del orden del día en el pleno de Cibeles: aprobar la retirada de todos los servicios municipales orientados al colectivo LGTBI. Las intenciones se toparon con el voto en contra del conjunto de la izquierda -PSOE y Más Madrid- pero también del partido de José Luis Martínez-Almeida, si bien los grupos de Reyes Maroto y Rita Maestre lamentaron que la presidencia no llamara al orden a Toscano.
El asunto llegó, incluso, fuera del ámbito municipal. Desde la Comunidad de Madrid, el diputado y portavoz de Cultura y LGTBIQ+ del PSOE de Madrid (PSOE-M), Santi Rivero opina para ElPlural.com: “El presidente podría haber expulsado a Carla Toscano ateniéndose al reglamento, pero no quiso”. “Con su silencio desprotegió a miembros del resto de grupos políticos, incluido el suyo”, afea.
Volviendo al Ayuntamiento, la propia Maroto exigió la dimisión de la edil al día siguiente, coincidiendo con la presentación del MADO 2025 en el Museo Thyssen . “No podemos permitir que una representante institucional haga estos discursos de odio en el marco de una corporación municipal que lo que tiene que hacer es abrazar la diversidad, la libertad, y dejar en paz a las personas LGTBI”.
Maestre acompañó la condena destacando que la número dos de Vox era “la única persona de la ciudad que tiene como diana y objetivo los espacios de igualdad”. Almeida, que un año más ha vuelto a enfadar a la oposición y el colectivo por negarse a colgar la bandera arcoíris y exigir la retirada de la misma en los edificios municipales hasta el próximo día 28, también rechazó las palabras de la ultraderechista: “Es inaceptable. Comparto la indignación del delegado José Fernández -concejal de Políticas Sociales- y condeno los discursos que no comparto, como este, que es inaceptable y no corresponde a una realidad como la de Madrid”.
“Habría que creerme porque soy mujer”
Los desmanes de Toscano son un habitual desde que está en política. En los dos años que lleva en Cibeles y los cinco que estuvo en el Congreso de los Diputados, la política de Vox -que siempre ha compartido ha compartido escenario nacional con Ortega Smith- ha aparecido ante los medios de comunicación con camisetas en las que se podía leer Stop Feminazi o I love Patriarchy (Amo el patriarcado).
Con todo, la que más huella dejó fue la del #NotMeToo en respuesta al debate a la totalidad del proyecto de la Ley del solo sí es sí. “Señor Simancas, ¿me está mirando? ¿Señor Guijarro? A lo mejor no me gusta cómo me miran. Si fuera otro tipo de mujer, por esa mirada les podría denunciar por acoso y violación y habría que creerme porque soy mujer, porque yo lo valgo”, indicó aquel día de 2021.