El Códice Voynich era uno de los últimos enigmas de nuestro tiempo. Un libro escrito hace más de 600 años en un lenguaje incompresible, que muchos atribuían a seres de otros planetas o a un extraño código de alguna oscura sociedad ya perdida. Pero nada de eso. 

Académicos británicos parecen por fin haber desentrañado el misterio que tanta tinta ha hecho correr y tantos minutos en programas de lo paranormal ha ocupado. Han triunfado donde otros como Alan Turing o la IA fracasaron. Aunque el resultado es un poco decepcionante

El Códice Voynich está escrito en una lengua anterior a las romances. Una especie de lengua de transición entre el latín y las lenguas que derivaron de él como el portugués, el español, el italiano o el francés. Una proto-romance del que hasta ahora no se tenía ninguna noticia. 

Solo documentos en latín

Según los expertos que han relevado el secreto, la principal dificultad ha sido esa inexistencia de otros documentos con los que comparar el códice. Hay que tener en cuenta que, en aquella época, los documentos eran redactados por gobiernos o la Iglesia, y estos elegían siempre el latín.

Pero ahí estaban los rastros. Algunas grafías que sí pudieron ser identificadas entre otras formas desconocidas. Todo el texto está escrito en minúsculas y no existen fonemas escritos en los que se empleen dobles consonantes.  

El siguiente paso es descifrar las más de 200 páginas del Códice Voynich. Durante todo el tiempo en el que se mantuvo oculto su sentido, los estudiosos discutieron sobre si era un tratado de botánica o una especie de novela que relata hechos inventados o de tradición oral.