En 2050, una de cada cinco personas en el mundo tendrá 60 años. La población mundial envejece, por el avance de las técnicas sanitarias y el descenso de la natalidad, pero los países parecen ignorarlo, sin afrontar con políticas públicas las implicaciones que esto tiene. Así lo ha manifestado la Organización Mundial de la Salud (OMS)  con ocasión del Día Internacional de la Persona Mayor, celebrado ayer domingo. La organización, que básicamente se dedica a emitir este tipo de recomendaciones basadas en una labor previa de investigación, pide reconducir la atención sanitaria, esencialmente para lograr más calidad de vida en los años extra que se están consiguiendo gracias a la medicina.
"Incluso en los países ricos la gente no disfruta" de los servicios sanitarios "de los que precisan" los mayores, ha matenido el organismo.
"Si los sistemas de salud quieren satisfacer las necesidades de la población anciana, deben focalizar en los aspectos que le interesan a la gente mayor", ha publicado la organización, refiriéndose a adaptar los serivicios a personas con problemas crónicos, dificultades auditivas, visuales o, simplemente, conseguir una mayor accesibilidad.

Brasil, Japón o Tailandia, ejemplos

La OMS ha reiterado su apuesta por unos cuidados "integrados", capaces de hacer que las personas mayores "tengan la oportunidad de contribuir al desarrollo de los servicios, en lugar de ser olvidados". Ha puesto de ejemplo, eso sí, a ciertos países que sí están realizando inversiones "inteligentes", guiadas, según la organización, por su propia Estrategia Mundial sobre el Envejecimiento y la Salud de la OMS. Por ejemplo, Brasil, que ha aplicado evaluaciones integrales y ampliado sus servicios para adultos mayores. O Japón, que ha integrado un seguro de atención a largo plazo para proteger a las personas de los costes de la atención. O Tailandia, que se halla reforzando la integración de la atención sanitaria y social lo más cerca posible de donde viven las personas.