Se ha ido de la red social de Mark Zuckerberg. Y nos invita con vehemencia a hacer lo mismo. El argumento es bueno: la multinacional se "lucró con la interferencia rusa en nuestras elecciones y todavía no hace los suficiente para detenerla".  
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El actor y cómico estadounidense Jim Carrey ha utilizado otra red social, su cuenta de Twitter, para anunciar que suma fuerzas y da por confirmada las críticas que desde hace meses se vienen vertiendo sobre Facebook en relación con su participación en la presunta trama rusa que, se investiga, podría haber interferido y distorsionado en los resultados de las elecciones estadounidenses que dieron la victoria al actual presidente Donald Trump.

 
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Un accionista menos

Además de cerrar su perfil de Facebook, Carrey, canadiense pero nacionalizado estadounidense desde hace más de diez años, se ha desecho de las acciones que tenía en la multinacional. "Me deshago de mis acciones de Facebook y borro mi página", ha escrito en un mensaje de Twitter que ya ha superado los 7.000 retuiteos, "porque Facebook se lucró con la interferencia rusa en nuestras elecciones y todavía no hace los suficiente para detenerla. Invito a todos los demás inversores que se preocupen por nuestro futuro a que hagan lo mismo".

Incluso acuñó, para rematar el despachoun hashtag, #unfriendfacebook, en busca de aliados en esta nueva cruzada, y publicó una ilustración propia -el actor pinta desde hace seis años.

La gota que ha colmado el vaso de la paciencia del protagonista de La máscara o El show de Truman ha sido la falta de respuesta de Facebook ante las acusaciones que involucran a la compañía en la presunta trama rusa, y los ingresos que ésta recibió del gobierno ruso en las más recientes elecciones a la Casa Blanca: Facebook ha reconocido que más de 126 millones de personas vieron anuncios pagados por Rusia con la intención de influir en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos en 2016. Aunque originalmente Zuckerberg descalificó las acusaciones como "una locura", luego lo admitió y se disculpó.  

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