Cada minuto, dos camiones llenos hasta los topes de basura plástica se acercan a una playa y descargan su contenido. No es, evidentemente, de modo literal, pero así es cómo llenamos el mar de plástico a una velocidad de entre 8 y 13 toneladas por año. Los efectos son fácilmente visibles. Y más cuando dejamos de hacerlo y los animales vuelven a esos entornos. 

Primero limpiar

Es lo que ha ocurrido en India. Ya os hablamos del trabajo de Afroz Shah. Un abogado y activista medio ambiental que decidió acometer por sí solo la limpieza de una playa en su localidad natal. Primero en solitario, después con la ayuda de un vecino y finalmente recabando la ayuda de parte de los habitantes de la zona. En total, lograron retirar de la playa de más de 5 millones de kilos de basura, sobre todo plástico.

El efecto ha sido inmediato. Después de mucho tiempo, las tortugas han vuelto a anidar en la zona. Incluso Shah, que continua su labor, ahora con la vigilancia de la playa, asegura que protegió a alguna de las puestas para que las pequeñas tortugas llegaran al mar sin problemas. Es sin duda una buena noticia.

Sin basura, vuelve la vida

Una certificación del estudio que asegura que las poblaciones de tortuga se están recuperando a buen ritmo en la mayoría de las especies. De hecho muchas de ellas se están alejando poco a poco de las cifras de la extinción. 

Sin embargo, todavía queda mucho por hacer. En la lucha contra la contaminación de los mares y en la protección de sus criaturas. 6 de las 7 especies de tortugas marinas clasificadas se encuentras todavía en situación alarmante. Y cada día se extraen de los océanos animales heridos o moribundos a causa del plástico.