Nos queda todavía mucho por ver. Los efectos del cambio climático generar fenómenos sorprendentes a la vez que inquietantes. En Nebraska la pasada semana pudieron comprobarlo. Una riada de hielo que dañó numerosas infraestructuras

Estamos ya acostumbrados a ver imágenes de inundaciones en distintos puntos del mundo. Pero lo ocurrido en los estados del norte de Estados Unidos es un síntoma de a dónde nos dirigimos

Las fuertes lluvias unidas a bajísimas temperaturas provocaron que riadas con grandes bloques de hielo flotante discurrieran por los cursos de los ríos y desbordaran las riberas. 
 

'Ice jams'

Si estas corrientes desatadas son peligrosas de por sí, cuando se le añaden trozos de hielo que llegan a pesar una tonelada son aún más destructivas. La acumulación de bloques de hielo en puntos estratégicos como puentes provoca el estancamiento del agua y que de esta manera, anegue mayores superficies. Es lo que los medios norteamericanos ha denominado ice jams (atascos de hielo):

Cuando el agua se retira deja estampas apocalípticas. Enormes bloques de hielo sucio en medio de carreteras y calles
Más allá de las increíbles imágenes que después se comparten en redes sociales, este tipo de inundaciones dejan tras de sí un gran salgo de pérdidas materiales y humanas. Dos personas han muerto y una más ha desaparecido en esta última oleada de inundaciones. 

Y una vez más hay que relacionar estos fenómenos con el cambio climático. Más allá de los que, erróneamente, piensan que un enfriamiento de este tipo demuestra que no existe el cambio climático, es un síntoma más de que el calentamiento de los océanos está alterando las corrientes marinas que calientan el norte del planeta.