Desde 1994, la Unión Europea disponía de un sistema de clasificación de la eficiencia energética de los electrodomésticos basado en etiquetas con colores -que iban del verde al rojo- y la letra A con varios signos de +, en función de su evolución. Pero desde este 1 de marzo de 2021 ha cambiado el método.

A partir de ahora, y tomando una clasificación que estuvo en vigor hace unos años,  se ha establecido una escala que va de la A a la G, en orden de mayor eficiencia a menor eficiencia. Las letras se acompañarán, además, de varios tonos de colores: verde, amarillo, naranja, naranja oscuro y rojo.

Según Bruselas, dado que cada vez hay más productos con calificaciones A +, A ++ o A +++ según la escala actual, el objetivo ahora es volver a una escala más sencilla, de la A a la G.

La nueva escala está diseñada para que muy pocos productos logren inicialmente la calificación “A”, dejando espacio para que se incluyan productos más eficientes en el futuro.

Los productos de mayor eficiencia energética que se encuentran actualmente en el mercado normalmente se etiquetarán como “B”, “C” o “D”.

Se incluirán elementos nuevos en las etiquetas, incluido el enlace de un código QR a una base de datos europea que permitirá a los consumidores encontrar más detalles sobre el producto.