A manotazos, pisotones, con un periódico enrollado o un bote de spray. Nos pasamos la vida matando insectos. Pero lo cierto es que no estamos haciendo nada bien.

Bueno, lo de matar insecto sí que lo estamos haciendo bien. Tan bien que van camino de la extinción. Puede haber quien lo vea alarmista, pues basta un paseo para ver multitud de bichos. Pero lo cierto es que la cosa es tan grave que Le Monde, The New York Times y The Guardian, les han dedicado artículos advirtiendo sobre la situación de los invertebrados. 

Según los científicos que han dado la señal de alarma, un 40% de las especies de insectos están bajando de número de poblaciones. Un tercio están en peligro. Y cada año desciende un 2,5% la masa total de insectos sobre la Tierra
 

De Alemania a Puerto Rico

En países tan separados como Alemania y Puerto Rico las poblaciones de insectos parecen haber llegado a una situación de colapso. Esos significa que nos enfrentamos a una extinción a escala global.  

En cuanto a las causas son bien conocidas. Por un lado el cambio climático que afecta de manera más severa a estas frágiles criaturas. Por otro lado, la agricultura intensiva, cada vez más extendida y su proliferación de pesticidas y su uso generalizado. 

Y no, no es algo de lo que alegrarse, porque vayamos a sufrir menos picaduras y molestias de estos pequeños animales. Prácticamente toda la agricultura mundial depende de ellos. Son los principales polinizadores

Y pues supuesto, son la base de la cadena trófica de los carnívoros. La desaparición de este sustento puede tener consecuencias imprevisibles.