La capacidad contaminante de la industria cárnica está ya fuera de duda. Las granjas extensivas producen miles de toneladas de emisiones contaminantes cada año. Pero hay otro sector relacionado con esta industria que también genera gases y consume recursos del entorno.

El mayor matadero de Europa ha comenzado a funcionar desde el pasado día 1 de julio en la localidad oscense de Binéfar. Se trata de un monstruoso complejo con la capacidad de sacrificar y procesar más de 30.000 cerdos cada día


Una infraestructura de este tipo tiene sin duda un importante impacto medioambiental. Más allá de la fuerte oposición de las sociedades protectoras de los animales, las organizaciones medioambientales también han mostrado su preocupación por la repercusión en los recursos de la zona y por las emisiones del establecimiento.
 

126 toneladas de CO2

Los 30 millares de animales que cada día entrarán y saldrán del complejo, supondrán el tránsito de unos 150 camiones de transporte cada jornada. Esto junto con la propia actividad del matadero, supondrá la emisión de nada menos que 126 toneladas de CO2 y 1,3 millones de metros cúbicos de basura altamente contaminante al año, según los datos del informe técnico requerido por el ayuntamiento de Binéfar. 

Otro de los recursos que el matadero absorberá en grandes cantidades será el agua. En principio la fuente será el cercano pantano. De este embalse, el matadero requerirá 6 millones de litros diarios, lo que es el equivalente al gasto diario de 43.000 hogares. 

El otro elemento que puede distorsionar el entorno es el trasiego de transportes. En una zona en la que la única gran infraestructura es este matadero, los técnicos municipales temen que caminos y riberas se degraden a gran velocidad.