Amigos de la Tierra define el término bioplástico como “ambiguo”, y aclara que “su uso no está regulado, lo que permite que las empresas lo utilicen con bastante libertad a pesar de que la mayor parte de estos productos están compuestos por plásticos convencionales”.
A su juicio, “poner en el mercado este tipo de productos responde a un engaño a la ciudadanía por parte de grandes empresas, que buscan un lavado de imagen”.

Amigos de la Tierra distingue dos categorías de bioplásticos: por un lado, los plásticos “fabricados con un porcentaje de materia de origen vegetal”, que, por lo general, “no están hechos sólo de materia orgánica -maíz, patata, caña de azúcar, etc.-, sino que tienen un buen porcentaje de plástico”. Pueden llegar a tener “hasta un 75% de base fósil (plástico/petróleo)”. Algunos de estos materiales se tratan para que sean “biodegradables” o “compostables”, pero no siempre es así, y en cualquier caso, “tampoco los “biodegradables” o “compostables” se degradan en el entorno natural, sólo los compostables se degradan en condiciones muy limitadas”.

Por otro lado, Amigos de la Tierra identifica los “Plásticos íntegramente fabricados con plástico convencional (petróleo)”, que se denominan “biodegradables” o “compostables”. De acuerdo con su descripción, se trata de “plásticos convencionales sin ningún porcentaje de origen vegetal, que han sido tratados para tener las propiedades de biodegradables o compostables”. Pero “no se degradan en el entorno natural, más bien se transforman en microplásticos y se dispersan por los ecosistemas, y sólo una minoría (plásticos compostables certificados) se degradan en condiciones muy limitadas (compostaje industrial”

Por otro lado, Amigos de la Tierra exploca que los bioplásticos representan un 2,11 millones de toneladas de producción anual, y se calcula que su producción crecerá en un 21% en los próximos 5 años. Además, la ONG llama la atención sobre que el 45 por ciento se produzca en Asia, y un 75 por ciento se destine a productos no duraderos, sobre todo a productos de un solo uso.

Para evitar el uso de los bioplásticos, Amigos de la Tierra anima a crear una  legislación que no abra la puerta a falsas soluciones, priorizar la reducción y la reutilización de envases, restringir la distribución de ciertos tipos de envases, impulsar la venta a granel y sistemas de reutilización de envases, establecer sistemas de responsabilidad ampliada del productor, mejorar la información disponible y promover la educación ambiental y participación.

Aquí, el resumen de Bio-fakes: en engaño de los bio-plásticos aquí

Y el informe completo, en este enlace.