Quizá con ganas de conquistarlo, últimamente, sobre todo a raíz del hallazgo de agua sólida, no paramos de hablar de la posibilidad de hallar vida en Marte. Quizá parecida a la nuestra, quizá en condiciones inimaginables para nosotros… Hasta planteamos la opción de adaptar sus condiciones habitables para las especies de la Tierra. Es lo que se conoce como “terraformación”, y Marte sería el candidato más idóneo para esa transformación… Si no fuera porque carece del dióxido de carbono suficiente.

Así lo indica un artículo publicado en Nature Astronomy. Niega que el proceso de terraformación sea “una posibilidad viable (para Marte) con la tecnología actual”. Entre las posibles ideas para “terraformar” Marte, se ha teorizado y barajado la opción de liberar a la atmósfera los gases de efectos invernadero almacenados en sus rocas y casquetes polares, para intentar que la atmósfera sea más densa, el planeta se caliente y así se logre que el agua líquida pudiera permanecer en la superficie.

Los investigadores se han centrado en el CO2 disponible en el planeta rojo, el único gas de efecto invernadero presente en cantidad suficiente para producir un calentamiento significativo. Para ello han utilizado los datos proporcionados por los rovers y sondas espaciales durante los últimos veinte años relativos al CO2 accesible tanto en la superficie de Marte como en los reservorios subterráneos, así como las continuas emisiones de este gas al espacio.

En el mejor de los escenarios, según los autores, el CO2 fácilmente accesible “solo podría triplicar la presión atmosférica de Marte”, un quinto del cambio necesario para hacer que fuera habitable, y aumentaría la temperatura en menos de diez grados.

Además, la mayor parte de CO2 presente en los reservorios no está disponible y por lo tanto no puede ser fácilmente movilizado hacia la atmósfera.

Así, los autores concluyen que “terraformar Marte usando el CO2 conocido en el planeta necesitaría de tecnologías que están muy por delante de las actualmente disponibles”.