La agencia espacial estadounidense no ha dejado lugar a dudas: estamos descubriendo "un Júpiter completamente nuevo", aunque también han añadido que “el viaje a Júpiter ha sido lento, pero ha merecido la pena”. El centro se basa en los primeros datos que ha recibido de la Sonda Juno, que viaja desde hace 53 días en una órbita elíptica muy alargada alrededor de Júpiter que le permite acercarse a 4.200 kilómetros de las nubes más altas de la atmósfera. Y nos está mostrando una imagen más detallada y realista de este planeta, el más grande del Sistema Solar.

Campos magnético diez veces mayor de lo esperado

Lo que nos está llegando desde allí arriba, según anunció ayer la NASA en rueda de prensa, es un panorama de más de 1.400 kilómetros con ciclones, inmensos campos gravitatorios que desafían los cálculos, o auroras. Todo ello, desconcierta a los científicos, como también el campo magnético del planeta, que se ha descubierto que es diez veces más potente de lo esperado. Las imágenes de los polos revelan además que las características franjas paralelas al ecuador de Júpiter desaparecen a partir de 60 grados de latitud, tanto en el hemisferio norte como en el sur. A partir de ahí, empieza una región aparentemente caótica en la que predominan pequeños ciclones.

Las famosas franjas son pequeñas

Son pequeños a la escala de Júpiter, con diámetros que se extienden desde menos de 50 kilómetros –el límite de resolución de la cámara de Juno– hasta 1.400 kilómetros. Contrariamente a lo que se esperaba, “los polos de Júpiter parecen ser diferentes de los de Saturno”, concluyen los investigadores, según han expresado en Science. La misión Juno seguirá su curso, aportando nuevos daatos, hasta que el 20 de febrero del año que viene la sonda se sumerja entre los velos gaseosos de planeta gigante.