El tiempo en que patrocinar un festival musical consistía en que el logo de las marcas apareciera apretujado en el faldón inferior de la cartelería hace mucho que acabó. Ahora mismo la presencia de las marcas a través de sus activaciones es infinítamente más dinámica y participativa, buscando alojarse durante mucho tiempo en la memoria del público.

La temporada pasada, la cervecera Heineken le dio protagonismo a su variedad Silver a través de una enorme lata de cerveza, desde la cual se podían disfrutar de sesiones de Dj’s mientras pedías una cerveza en su pequeña barra, convirtiéndose en un pequeño momento de tranquilidad dentro del festival, y un punto de encuentro facilísimo de referenciar.

Por su lado, Mahou apostó por instalar una piscina de bolas en el festival Gigante: un momento muy fácil de compartir por instagram, y es que ese es uno de los objetivos que tiene en mente los diseñadores de las marcas a la hora de planificar el espacio y las acciones que van a llevar a cabo: que sean instagrameables.

Y en ese sentido Four Roses lo tuvo claro: decidió regalar rosas frescas a los asistentes de diversos festivales, entre ellos el Rocanrola de Alicante, siempre y cuando accedían a hacerse una foto sobre el fondo de rosas que formaban las paredes del stand, al más puro estilo American Beauty. Todo ello mientras se servían chupitos helados de bourbon, por supuesto.

El tequila Jose Cuervo puso en ruta un autobús personalizado que visitó diversos festivales, entre ellos el Boombastic. El autobús servía de escenario para actuaciones de música en directo, meet & greets con artistas como Ana Mena (que terminó haciendo de Dj), o la grabación de un podcast con la participación de Uri Sabat y Jorge Cremades, todo mientras se podía disfrutar de margaritas frozen, Cuervo Lemmon y chupitos de tequila.

En Esférica Rioja Alavesa realizaron una performance artística de Yoann Bourgeois, Approach 17, coreografía compuesta con la música de Opening de Philip Glass e interpretada por el bailarín Lucas Struna. La acción se realizó en la sala de barricas de las Bodegas Ysios en Laguardia, corriendo a cargo de Pernod Ricard, que de forma paralela a la programación del festival quiso reforzar su presencia de marca. Se realizaron dos sesiones de aforo reducido en el edificio diseñado por Santiago Calatrava, con la construcción efímera de las escaleras de Bourgeois, creando una simbiosis armónica con el espacio.

Cervezas Alhambra programó una serie de conciertos sorpresa en Festivales Para Un Territorio, que consistía en acercar la música al público en escenarios singulares y entornos naturales o históricos. Esta activación comenzó en el festival 17 Grados Ribeira Sacra y ya se ha convertido en una de las experiencias más atractivas y esperadas. El concierto se desarrolla en un catamarán que surca los cañones del Río Sil con un artista que se desconoce su nombre hasta el momento de la propia actuación. Hace tres años, el formato se extendió al festival Esférica Rioja Alavesa, ubicado en la provincia de Álava. Se reproduce la misma dinámica, con un artista sorpresa, y el concierto se desarrolla en la torre

Abacial, en pleno centro histórico de la villa medieval de Laguardia. Nómade Alcusses Alforins, que lleva dos ediciones, también cuenta con su propio Concierto Sorpresa en una ubicación histórica, como es el Lavadero de la Font de la Figuera, donde han actuado artistas como Alberto & García o Amorante.

No todo es beber alcohol 

Pero no solo las marcas de bebidas tienen su presencia en festivales. Amor Amor de Cacharel buscaba conquistar los corazones de los jóvenes a través de uno de sus territorios clave; la música. Para ello seleccionaron el escenario perfecto: el festival Boombastic, un festival afín a la generación Z con el que elaboraron acciones integradas en el contexto del festival, para convertir el amor en una experiencia inolvidable a través de una acción que refleja el espíritu de la marca: una wedding chapel. Miles de asistentes tuvieron la posibilidad de celebrar su unión por el poder de Amor Amor y sellar su pasión con un toque de fragancia y dejando huella en su piel con pulseras y tatuajes luminiscentes.

Pero si alguien logró enamorar al público el año pasado fue Vueling: crearon un radiocassette gigantesco, con una cita enorme que los participantes deben rebobinar haciendo girar las gigantes ruedas colocadas frente a los altavoces. Cada platina tiene un contador digital que enumera las vueltas que da cada participante: el ganador se llevaba un premio sorpresa o un vuelo mientras que el menos rápido optaba a un premio de consolación. La activación, llamada Vueling Rewinder, estuvo presente en festivales como Cruïlla o el Bilbao BBK Live Festival, y fue merecedora del premio a la mejor activación de marca en la última edición de los Premios Fest, celebrados en Bilbao durante la feria BIME.

Con la temporada de festivales arrancando en todo el territorio nacional, solo queda recorrerlos para descubrir qué sorpresas han ideado las marcas para convertirse en parte de la acción.

Artículo remitido por Jorge Villar Rodríguez, especialista en Marketing, comunicación institucional, comercio electrónico y eventos.

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