Si bien avistar un tiburón en aguas gallegas no es tan llamativo, el tamaño del escualo que sorprendió a los que se encontraban frente a la costa de Corrubedo sí lo fue. Siete metro de longitud para una especie que quitó el aliento a los pasajeros de la embarcación que lo avistaron.

Mientras disfrutaban de la jornada, los pasajeros no tardaron en reconocer la aleta del tiburón peregrino, el segundo pez más grande del mundo. El shock fue tal que rápidamente se decidieron a gravar las imágenes y mostrar la sorpresa.

Tal y como informa Expansión, esta especie suele medir hasta 10 metros de largo y pesar hasta cuatro toneladas. A finales de marzo, unos pescadores de Sanxenxo encontraron otro ejemplar de tiburón peregrino, este de apenas tres metros de longitud, enredado en los aparejos.