Tamara Falcó e Íñigo Onieva vuelven a acaparar las portadas de la prensa rosa con su última noticia en torno a sus planes de boda: la pareja pospone la fecha del ‘sí quiero’.

A pesar de que la noticia nupcial fue acogida con euforia nada más comenzar el 2023 y después de que la pareja anunciase su reconciliación tras su mediática y polémica ruptura, finalmente, no se casarán el próximo 17 de junio, tal y como tenía previsto.

“Hay boda, pero la pareja ha decidido posponer el enlace al 8 de julio, es decir, tres semanas después. Lo que ellos comentan a su círculo más cercano es que sería por un problema de logístico”, anunció la periodista Leticia Requejo en El Programa de Ana Rosa.

Las razones que habrían motivado esta decisión se deberían a “problemas de logística”, dado que el feliz evento se iba a celebrar en la finca de El Rincón, la cual ha venido la marquesa de Griñón por una cifra estratosférica.

Segundas oportunidades

Íñigo Onieva y Tamara Falcó se dieron una segunda oportunidad y fue por iniciativa del empresario, que intentó por todos los medios reconquistar a la influencer y, gracias a un encuentro que mantuvieron al acudir a la misma iglesia durante la tradicional Misa del Gallo del pasado 24 de diciembre, ambos retomaron el contacto.

Falcó y Onieva se sentaron en bancos contiguos durante la misa y coincidieron durante la adoración al Niño Jesús en la parroquia de Puerta de Hierro, a la que acude Falcó habitualmente a misa. Un momento de reconciliación divina ante los ojos del mismo Dios que los iba a ver casarse en unos meses tras el tormentoso anuncio de 'engagement'.

No obstante, esta decisión no gustó mucho al entorno familiar de la marquesa, ya que su propia madre, Isabel Preylser, le advirtió apoyándose en su propia experiencia amorosa cuando su hija le contó sus planes: “Te lo puede volver a hacer, ¿sabes?”, le alertó.