El Rey emérito ofreció a la que fuera su pareja, Corinna zu Sayn Wittengenstein, ser nombrada como princesa de Borbón si aceptaba casarse con él meses antes de su abdicación a pesar de que la relación entre ambos ya había terminado, tal y como ha desvelado la empresaria en el podcast Corinna y el Rey.

"El Rey me pidió que me casara con él", ha contado Corinna, según el adelanto que los productores del proyecto han hecho del que será el quinto capítulo de la serie. Además, se recuerda como ya se lo había pedido en otras ocasiones e incluso le regaló un anillo con diamantes en 2009.

A pesar de que ella le dijo que no, consciente de que nunca podría divorciarse de la reina Sofía porque era "un rey católico", Juan Carlos I nunca aceptó su respuesta. "Estaba rodeado de personas que claramente intentaban hacerlo feliz y lo animaban a seguir con este plan tan loco", explica ella reconociedo que todo el mundo pensaba que Corinna debía "complacerle" como si fuera una "plebeya que solo tiene que hacer lo que le dicen".

Por ello, el Rey decidió tentarla con la promesa de que si se casaba con él sería "su alteza real, la princesa de Borbón", según cuenta la narradora del podcast. "Todo era una fantasía, no me lo tomé en serio, lo tomé como un hombre que estaba bastante desesperado", explica ella.

El próximo capítulo habla del periodo de abdicación de junio de 2014 y como en esas fechas coincidió en el mismo hotel de Nueva York con la Reina Sofía, así como de los esfuerzos de Don Juan Carlos de acceder al "regalo" de 65 millones de euros que le había hecho dos años antes.

"Quería acceso al regalo de alguna manera, quería usar parte de este dinero", cuenta explicando que al poco tiempo empezaron a llegarle peticiones por parte del emérito de que necesitaba aviones o reservas de hotel para que Corinna se las gestionara con ese dinero.

Fue entonces cuando Corinna optó por ponerse en contacto con Dante Canónica, el abogado suizo con el que había gestionado el 'regalo' de Don Juan Carlos, para explicarle lo que estaba sucediendo, pero este le restó importancia. "No creo que sea una paranoia", le respondió este instándole a viajar a Londres para reunirse con ella y con el emérito.

Ya en enero de 2015, coincidiendo con su cumpleaños, Juan Carlos de Borbón llamó a Corinna para decirle que se encontraba en Arabia Saudí. "Fue bastante inquietante", ha reconocido explicando que lo interpretó como una amenaza hacia su persona. "Estaba hiperventilando, me quedó claro lo lejos que estaba dispuesto a llegar", explica.

"Es lo que hacen los dictadores y los gobernantes autoritarios. Son jugadas como de Franco o Stalin y estamos en el siglo XXI y España es una democracia", indica Corinna. "Aquello destruyó cualquier pizca de esperanza que tuviera de encontrar la normalidad, la paz o una vida feliz", reconoce.

Fue entonces, siempre según corinna, cuando se dio cuenta "de los grandes esfuerzos" que estaban haciendo para destruirla pero no solo de su reputación, sino "la posibilidad de una eliminación física o de empujarme al suicidio".