La periodista Pilar Eyre desvela en su blog de la Revista Lecturas cómo fue el embarazo de Felipe VI aprovechando que este sábado 30 de enero cumple años.

Según cuenta en la publicación, en 1967 la futura reina hablaba con un amigo cercano a la familia mientras su marido bailaba con la mujer de este. “No hay derecho… Vosotros, que os da igual, tenéis dos chicos y, sin embargo, nosotros, que tanto necesitamos un varón, dos niñas…”. En ese momento, Sofía desvelaba que era la única bala para encontrar un heredero. “Por las dificultades que he tenido en mis anteriores partos esta es mi última ocasión de quedarme embarazada; si no doy a luz a un heredero, habremos perdido nuestra oportunidad de reinar en España”, decía.

Tales han sido las dificultades de Sofía para tener hijos que llegó a sufrir un aborto natural. "Ella le contó a Urbano que poco después de casarse había tenido un ataque de apendicitis en Grecia, por el que habían tenido que operarla de urgencia, lo que en realidad sufrió fue un aborto natural, como recogió la prensa griega en ese momento", desvela Eyre en el citado medio.

El motivo del viaje a Atenas no fue otro que refugiarse en los brazos de su madre tras la primera infidelidad de su marido. "Fue la primera vez que quiso divorciarse, pero fue disuadida, tanto por su madre como por el propio Parlamento. El diputado Elías Bredimas exigió que, si la princesa se separaba, debía devolver su dote de nueve millones de dracmas al pueblo griego, por lo que Sofía decidió que lo más conveniente era regresar a Estoril al lado de su casquivano marido", cuenta la periodista.

Tras este susto dio a luz a sus hijas. No obstante, el embarazo de Cristina fue complicado porque según desvela Eyre tuvo que quedarse una semana más de lo convenido en el hospital. "Es probable que Sofía tuviera a sus dos hijas mediante cesárea y no se quisiera hacer público para no sembrar dudas sobre el futuro de la monarquía. Así queda explicado un comentario que hizo a sus amigos ('No podré volver a quedarme embarazada'), puesto que los médicos desaconsejan una cuarta cesárea". El último embarazo de Sofía fue catalogado de "tensión inmisericorde" porque podía significar el fin de los Borbones en España.

Durante el embarazo de Felipe sus amigos insisten en que “estaba muy preocupada, lloraba, se encontraba mal, no dormía... estaba muy nerviosa” por la presión que tenía.

“Debo tener un chico, los Borbones son muy escasos en hombres”, le llegó a rogar a su ginecólogo. La presión también la tenía de su madre, Federica y de la reina Victoria Eugenia. “Ahora un niño... Solo con un niño desbancaréis al primo Alfonso, que conspira por el trono”, “un niño, debéis tener un varón... ¡Basta de niñas!”, le decían.

Tras dar a luz a Felipe, Juan Carlos le susurró a Sofía: “Deber cumplido”. "¡Ya estaba, lo había conseguido! Las mujeres de las familias reales no hacen política, hacen dinastía. Juan Carlos y Sofía nunca más volvieron a tener intimidad conyugal. ¿Para qué? ¡Ya no era necesario! De todo esto que estoy contando, que ocurrió el 30 de enero de 1968, han pasado 53 años", concluye Pilar Eyre.