El portavoz de Esquerra Republicana (ERC) en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, ha sacado los colores al PP y a Vox después de prohibir la celebración de actos religiosos musulmanes en Jumilla (Murcia).
El político catalán ha sido muy claro y le han bastado dos frases para retratar la hipocresía de la derecha y la extrema derecha con la prohibición del Ramadán o la Fiesta del Cordero en el polideportivo municipal.
El parlamentario ha diferenciado el trato que las derechas hacen con estos ciudadanos en función de la actividad que se trate. En su cuenta de X, antiguo Twitter, ha escrito: “No los quieren rezando en el polideportivo del pueblo, pero sí a 50 trabajando en los invernaderos del campo”.
No los quieren rezando en el polideportivo del pueblo pero sí a 50 grados trabajando en los invernaderos del campo.
— Gabriel Rufián (@gabrielrufian) August 8, 2025
Posible delito de odio
El argumentario se mueve entre el mensaje directo de Vox y la defensa vacía de los ‘populares’ para abrazarse a la ultraderecha en materia migratoria, de diferencias religiosas etc, y el rechazo de quienes suelen ser aliados habituales, como la Conferencia Episcopal. Entretanto, existe la posibilidad de que la iniciativa implique un delito de odio.
Además de tachar de “racista” la decisión, el Gobierno de España tacha de “inconstitucional” dar portazo a celebraciones religiosas islamistas. De esta manera, el Ejecutivo central ha reiterado que estarán vigilantes a los discursos de odio que pueden derivar de la medida adoptada por los partidos que a nivel nacional lideran Santiago Abascal y Alberto Núñez Feijóo, respectivamente.
Fuentes del Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes que dirige Félix Bolaños se ha visto obligado a recordar que en España “la libertad religiosa está reconocida y protegida como un derecho fundamental por la Constitución”. Así las cosas, desde Moncloa consideran que lo ocurrido es un “nuevo ejemplo de la deriva extremista y excluyente de los gobiernos de la derecha con la ultraderecha”.
Las fuentes citadas exponen que PP y Vox “han prohibido obras de teatro, películas, revistas y, ahora, también una celebración religiosa en una institución municipal”. “Su proyecto es imponer un modelo político y social contrario a la Constitución en el que no está a salvo nadie que no comparta sus postulados o su creencias”, subrayan las fuentes. De la misma manera, apelan al artículo 16 de la Carta Magna, que asegura la “libertad religiosa” como una cuestión “reconocida y protegida”.
Entre los nombres del Gobierno, otros como el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, adoptaban un tono similar. “Es vergonzosa la tibia reacción de la dirección nacional del PP, que no termina de rectificar ni la desaprueba (…) Quizá es porque ven un espejo en la ultraderecha, en el que no cabe la diversidad”, sostiene. “Libertad es una palabra que todavía le queda grande (a los ‘populares’).
En cuanto al Ayuntamiento de la localidad murciana, Vox va con todo y el PP se enreda al intentar defender la medida, negándose a hablar de “veto” y llegando a defender que no permiten aquí la celebración porque es un espacio dedicado al deporte.