Ante la última confrontación que se ha generado en torno al veto a los actos de culto religioso al Islam en Jumilla (Murcia) tras el acuerdo del Partido Popular y Vox, el debate ha subido de decibelios no sólo en el plano político, sino también en el religioso. La Conferencia Episcopal se ha pronunciado este jueves, y lo ha hecho postulándose en contra de la línea argumentaría de Génova.

Los obispos han manifestado su rechazo a la postura del PP al respecto, formación que ha culpado del escándalo tanto al Gobierno de Pedro Sánchez como a Vox por haber “polarizado” lo sucedido, calificándola como “una discriminación que no puede darse en democracia”.

Y es que en estos términos la Conferencia Episcopal ha acercado posturas con la Comisión Islámica de España, asegurando así en su comunicado, según recoge Cadena Ser este jueves, que limitar y prohibir actos religiosos en instalaciones deportivas como ha sucedido en Jumilla “atenta contra los derechos fundamentales de cualquier ser humano, y no afecta sólo a un grupo religioso, sino a todas las confesiones religiosas y también a los no creyentes”.

El comunicado de los obispos reitera que “las manifestaciones religiosas públicas, entendidas como libertad de culto, están amparadas por el derecho a la libertad religiosa, un derecho fundamental protegido por la Constitución Española”.

El PP reprocha que se le tache de “partido xenófobo”

Fue este miércoles cuando el Ayuntamiento de Jumilla, localidad murciana, se estrenó como el primer gobierno municipal en aprobar, con el pacto de PP y Vox, la prohibición de fiestas islámicas y musulmanas en espacios municipales y en la vía pública con el objetivo de “que no se vuelva a celebrar el fin del Ramadán o el rezo del Cordero”.

Debido a la polémica social y política que ha generado, este jueves, en voz del vicesecretario de Educación e Igualdad del PP, Jaime de los Santos, el partido ha tachado de “absolutamente inaceptable” que se les pretenda “presentar” como una formación “xenófoba”, pese a haber impulsado esta controvertida medida contra las libertades religiosas y culturales.

Desde Génova, se ha insistido en estos términos que la medida impulsada en Jumilla no guarda motivación religiosa alguna y que las información que hablan de “prohibición” son “falsas”, según ha expresado el vicesecretario en declaraciones a los medios de comunicación.

En clave política, los populares de Alberto Núñez Feijóo han pasado el balón de la responsabilidad culpando tanto a la extrema derecha como al Gobierno central. “Lo que se ha aprobado en Jumilla no ha contado con el voto afirmativo de Vox. Nosotros somos el partido constitucionalista que siempre va a poner en el centro las creencias individuales. (…)  El PP nunca va a señalar a nadie por lo que crea o por lo que rece”, ha sentenciado De los Santos.

A su vez, así se ha remitido a Moncloa: “El Gobierno pretende hacer un caso de algo inexistente. Es falso que el PP vaya a señalar a nadie por su credo”, ha reiterado.

Polémica en Jumilla por el veto religioso

El Ejecutivo municipal está gobernado por el PP de Severa González López, que se mantiene al mando por el apoyo de los suyos y del edil de Vox, de donde ha manado esta medida que ha trascendido al plano político nacional.

A la contra, en la oposición se sitúan el PSOE e Izquierda Unida con nueve concejales y uno en el Grupo Mixto local. “El Ayuntamiento como institución debe de ser de todos, al margen de las creencias de cada persona”, subrayó la portavoz socialista municipal Juana Guardiola, tildando lo sucedido de “indignante”.

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