Las grabaciones de Corinna zu Sayn-Wittgenstein en las que acusa al rey emérito de utilizarla como testaferro con el objetivo de ocultar patrimonio y propiedades en el extranjero han sacudido los cimientos de la sociedad española. En el Congreso de los Diputados ya hay registrada una comisión para investigar la “corrupción de la monarquía” y la Audiencia Nacional debe dilucidar en otoño si acusa a la examiga de Juan Carlos I de blanqueo de capitales. Las piezas se mueven, pero hay algo que permanece inmutable: el principal salpicado. El rey emérito no modifica su agenda y tiene previsto participar en la Copa del Rey de Vela agendada para la próxima semana.

El evento se celebrará los días 30 y 31 de julio. El rey emérito participará en la modalidad de 6 metros, pero tal y como relata Vanitatis, la organización advierte que hasta 24 horas antes no se hará público el nombre de los integrantes que conformarán la tripulación.

La Copa del Rey de Vela no es la única actividad que denota que el rey mantiene su rutina y permanece ajeno al escándalo. Hace varios días, durante su camino a Sanxenxo, donde iba a participar en una regata que finalmente no se celebró, paró en el conocido restaurante El Capricho, situado en León. La especialidad de la casa es la carne de buey, y el rey emérito no podía no probarlo. Juan Carlos acudió a comer con cuatro o cinco amigos, y degustaron un chuletón de buey poco hecho, tartar de atún, cecina y dos vinos.

Las explicaciones del CNI

Entretanto, el director del CNI, Félix Sanz Roldán, comparecía ante la comisión de gastos reservados del Congreso a fin de ofrecer las explicaciones pertinentes sobre las grabaciones. Pero sus argumentos, cuales fueran (la declaración se produjo a puerta cerrada), no convencieron a Unidos Podemos, uno de los grupos impulsores de la comisión de investigación sobre la corrupción de la monarquía. Ione Belarra, portavoz adjunta de los morados en el parlamento, quien sustituyó a Irene Montero, de baja por maternidad, aseguró que salía de la comparecencia incluso con más dudas.

Sanz Roldán declara este jueves ante el Juzgado Central de Instrucción nº6 de la Audiencia Nacional.

Los negocios de su majestad

Corinna relató que el rey emérito estaría utilizándola como testaferro con el objetivo de ocultar patrimonio y propiedades en el extranjero. Según unas grabaciones desveladas por El Español, y Okdiario, la alemana se lo confesó al polémico comisario José Manuel Villarejo en una reunión que mantuvieron en Londres en el año 2015 y que fue facilitada por el empresario Juan Villalonga, que también estuvo presente en la cita. Corinna asegura que Juan Carlos I habría desviado parte de su patrimonio, poniéndolo a su nombre a sus espaldas: “No lo ha hecho porque me quiera mucho, sino porque reside en Mónaco”.

En las grabaciones, la examiga del rey emérito también cuenta que Juan Carlos I recibió una comisión de los 100 millones de euros del proyecto del tren de alta velocidad a La Meca; y aseguró que tiene cuentas en Suiza a nombre de su primo Álvaro Orleans de Borbón.

Las acusaciones vertidas han provocado un auténtico movimiento de placas tectónicas. La Audiencia Nacional ya tiene en su poder las grabaciones y deberá dilucidar si acusa a Corinna de blanqueo de capitales. La cuestión es si también puede investigar a Juan Carlos I.

Por el momento, la AN no desvela si trabaja en comisiones rogatorias a Suiza para investigar las cuentas. Eso sí, de salpicar al rey emérito, la causa se elevará al Tribunal Supremo ya que Juan Carlos I no goza de inviolabilidad pero sí está aforado.