Nadie hubiera imaginado que detrás de la vacuna de Janssen hay un nombre español; valenciano para ser exactos. Se trata de Joaquín Duato Boix, hermano de la más que conocida actriz Ana Duato y primo del bailarín y coreógrafo internacional Nacho Duato.
Él es el mayor del matrimonio formado por Joaquín Duato Gómez-Novella, empresario, y Zulema Boix, enfermera. Completan la familia María Zulema y Antonio.
Joaquín hijo es presidente global de Janssen y vicepresidente ejecutivo de la multinacional. Vive desde hace casi dos décadas en Estados Unidos y tiene doble nacionalidad. Está casado y es padre de dos hijos, ya universitarios.
Viajero incansable en su juventud, estudió un MBA de Esade, en Barcelona, y un máster de Management Internacional en la Universidad Thunderbird, en Phoenix (Arizona).
En 1989 se incorporó a la compañía con Janssen Farmaceutica SA y en 1997 se convirtió en Director General de Janssen-Cilag SA. Tres años después pasó a dirigir Ortho Biotech Europe antes de mudarse a los Estados Unidos para ocupar el puesto de vicepresidente en 2002 y en 2005, el de presidente de Ortho Biotech Inc.
En 2008 fue nombrado presidente del grupo empresarial, OrthoClinical Diagnostics, y en 2009, Presidente del grupo de empresas farmacéuticas, donde supervisó los lanzamientos de productos farmacéuticos y las principales franquicias terapéuticas en Canadá, Estados Unidos y América Latina.
En 2011 llegó el cargo de presidente mundial de productos farmacéuticos, responsable de los negocios comerciales globales de Janssen Pharmaceutical Companies, incluido el apoyo funcional para las organizaciones de investigación y desarrollo.
Ya en abril de 2016, se convirtió en miembro del Comité Ejecutivo y fue nombrado Vicepresidente Ejecutivo y Presidente Mundial de Productos Farmacéuticos.
Además, forma parte de instituciones como Unicef USA, la Tsinghua University School of Pharmaceutical Sciences y la Hess Corporation.
Sobre el papel de la industria
En noviembre de 2017, Joaquín Duato participó en Barcelona en el encuentro del sector sanitario organizado por la escuela de negocios IESE. Allí, como presidente global de Janssen y de la patronal americana del medicamento (PhRMA, por sus siglas en inglés),defendió ante el auditorio los intereses de la industria farmacéutica en un tema conflictivo: el alto coste de los tratamientos en pacientes con enfermedades terminales o para las que aún no hay cura.
"Tenemos que proteger la inversión privada. Alguien investiga, pone el capital y asume el riesgo. Esa es la industria farmacéutica, y ha de tener un retorno adecuado porque somos los que más invertimos”, expuso.
“Nos cuesta entre 3.500 y y 7.000 millones de dólares desarrollar una medicina", añadió, subrayando que “la tensión entre cura y precio del medicamento ha sido constante porque la gente y los Gobiernos lo ven como un derecho universal".
Duato insistió en la necesidad de que la industria recibiera en Europa una “recompensa adecuada, como sucede en Estados Unidos o Japón”, y recalcó que “hay que redistribuir globalmente el coste de la innovación, hoy centrada en EEUU".
"Debemos crear una atmósfera favorable para que las empresas y el capital riesgo sigan invirtiendo. Si no, el flujo de capital se irá a mercados donde hay un mejor sistema de recompensa”, recalcó.