Pocas personas quedan ya sin expresar su opinión sobre la controversia que rodea a Luis Rubiales. Una sonada polémica que no solo ha azotado al fútbol español, sino que con el paso del tiempo ha adquirido notoriedad a nivel internacional, incluso llegando a Hollywood. En este sentido, uno de los últimos en mojarse sobre el asunto ha sido el renombrado cineasta estadounidense Woody Allen, presente en el Festival de Venecia, quien ha hecho declaraciones sorprendentes que no han dejado indiferente a nadie.

En concreto, en una reciente entrevista con 'El Mundo', Woody Allen manifestó su incredulidad ante la idea de que alguien pueda perder su empleo y ser castigado de manera severa por dar un simple beso a otra persona, en una clara forma de exculpar al ya expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF).

Estas declaraciones de Woody Allen en relación al 'caso Luis Rubiales' han generado una amplia gama de reacciones en las redes sociales. Uno de los primeros en abordar este tema ha sido Pablo Echenique, quien en su cuenta oficial de X (anteriormente conocida como Twitter), no se ha mordido la lengua y ha cargado duramente contra el cineasta. "Un conocido delincuente sexual reincidente defiende a Rubiales", ha escrito el dirigente morado.

Sin embargo, el mensaje de Echenique no solo ha quedado ahí, ya que también ha criticado a El Mundo por dar voz a este tipo de opiniones: “¿Pero qué le pasa la derecha mediática con este tema, por dios? ¡Paren ya de justificar la violencia sexual! ¿No ven que eso tiene graves consecuencias para la seguridad de las mujeres?”.

Woody Allen defiende a Luis Rubiales

Allen se encuentra inmerso en plena promoción de su nueva película, Golpe de suerte. Para ello ha acudido al festival de Venecia que se celebra estos días en la ciudad italiana para presentar el que es su filme número 50, que se estrenará en España el próximo 17 de septiembre. Como parte de los actos de promo ha protagonizado una ronda de entrevistas con los medios de comunicación, entre los que ha atendido al diario El Mundo y ha respondido a las preguntas sobre, también, el caso Rubiales.  

El aclamado director no solo ha restado importancia al beso sobre Hermoso sino que ha mostrado sororidad con el presidente de la RFEF al considerar que "es complicado que alguien pueda perder el trabajo por un beso". "Es difícil entender que una persona pueda perder su trabajo y ser penalizada de esa manera por dar un beso a alguien", ha dicho antes de confesar que cuando leyó la noticia en los periódicos lo primero que pensó fue en cómo se produjo. "No se escondieron, ni la besó en un callejón oscuro. No la estaba violando, era sólo un beso y era una amiga. ¿Qué hay de malo en eso?", ha dicho.

A su juicio, como "no la estaba besando en su despacho con la puerta cerrada ni nada parecido" eso quiere decir que ella no estaba "amenazada", y por lo tanto no fue una agresión sexual. "Fue claramente a la vista de todos y ella no estaba en peligro", ha dicho antes de suavizar la situación. De hecho, ha admitido que tiene que pedir perdón porque lo "hizo mal". "Pero claro, ella tiene todo el derecho a dejar claro que no quiere, y él tiene el deber de pedir disculpas y de asegurar que no lo volverá a hacer. Y hecho eso, seguir los dos adelante", ha afirmado ante El Mundo.

El machismo de Woody Allen

La carrera de Woody Allen ha estado marcada por diversas polémicas machistas que han generado controversia a lo largo de los años. Uno de los episodios más notorios fue su relación con Mia Farrow y la posterior acusación de abuso sexual hacia su hija adoptiva, Dylan Farrow. Este caso, que surgió en la década de 1990, aún sigue siendo objeto de debate y ha dejado una mancha indeleble en la reputación de Allen. Dylan Farrow ha mantenido sus acusaciones a lo largo de los años, mientras que Woody Allen ha negado cualquier conducta inapropiada.

Otro incidente que suscitó críticas fue la relación amorosa de Woody Allen con Soon-Yi Previn, la hija adoptiva de Mia Farrow. Esta relación, que se dio a conocer públicamente en 1992, levantó preguntas sobre el comportamiento y la ética de Allen, dado que había sido la pareja de Mia Farrow durante varios años. Esta controversia generó debates sobre el poder y la dinámica de las relaciones en Hollywood, así como sobre la percepción de las mujeres en la industria.