Macarena Olona desveló un momento incómodo que vivió con la reina Letizia hace años atrás: “Espero que la reina no se enfade cuando lo cuente”.

La candidata a la presidencia de Andalucía por Vox el próximo 19 de junio fue entrevistada este jueves en el programa de Federico Jiménez Losantos, Es la mañana (esRadio), en la que no perdió la oportunidad de contar una anécdota que involucra a la esposa del rey Felipe VI y que fue un episodio claro de ‘tierra trágame’.

“Cuando yo servía como abogado jefe en el País Vasco, vino doña Letizia a visitar la Comandancia de la Guardia Civil y se hizo allí una recepción. Cuando llegó el momento de hacer la fotografía de autoridades, me pusieron al lado de la reina y yo, toda paleta, no se me ocurrió otra cosa que engancharla”, narró.

Acto seguido, introdujo la escena que podría haberle costado cara: “De repente, uno de los escoltas, en su papel, me dio un manotazo con una violencia que, de la impresión y el susto, por la inercia, bajé la mano… y a la posadera. Pensé: de aquí me sacan engrilletá”, concluyó, provocando la impresión del presentador del programa. “Letizia es muy friendly, cuando quiere”, añadió Losantos, cerrando así la anécdota de su invitada.

Debido a las medidas de seguridad, no es habitual que a la Familia Real se le toque en exceso en los actos públicos y oficiales, remitiéndose simplemente las muestras de afecto en apretones de manos. Sin embargo, esta situación de simplicidad más afectuosa ya se ha visto en más de una ocasión con dos reconocidas personalidades internacionales: la primera de ellas, Juliana Awada, ex primera dama de Argentina, durante su encuentro en 2019; en segundo lugar, con la ex primera dama estadounidense, Michelle Obama. Con ambas, la reina Letizia aparecía fotografiada con los brazos de sus acompañantes rodeando su cintura.

Técnica infalible para los selfies

En su entrevista con Losantos, la dirigente de ultraderecha también confesó cuál es su táctica para con los seguidores que muestran demasiadas señas de afecto al querer hacerse una fotografía: “Hay un problema con lo que llamarían los socialistas ‘la cultura del selfie. Cualquiera se cree con derecho a meterte mano, te toca lo que le da la gana y encima parece que lo tienes que agradecer”, explicaba el conductor del programa.

“Sientes mucho cariño, pero hay veces que la mano baja un poquito más allá de donde la espalda pierde su nombre decente, que se ha dicho toda la vida. La técnica es muy sencilla. Cuando ves que de repente la cosa está bajando, pones la otra mano y ya tienes la barrera física", revelaba.