Ha pasado algo menos de un mes desde que la revista Lecturas publicaba las fotografías de Iñaki Urdangarin junto a una mujer, por entonces desconocida, aunque poco tardaron en revelar que responde al nombre de Ainhoa Armentia. Desde ese momento, la infanta Cristina ha guardado sus sentimientos en un discreto segundo plano. Este miércoles, la misma publicación, a través de las palabras de Pilar Eyre, recoge la decisión final de la hermana de Felipe VI: “No habrá ni reconciliación ni perdón. Yo no he fallado”.

La infanta repite con amargura que ella “no ha fallado” a nadie y este es uno de los motivos que explican por qué continúa su anillo de casada en su dedo. “Respeto la institución del matrimonio, llevo el anillo desde hace veinticinco años y lo voy a seguir llevando hasta que me divorcie”, revela la todavía mujer de Urdangarin, quien quiere que todo el mundo sepa que no tiene nada de qué avergonzarse.

Las especulaciones y las versiones contradictorias se han sucedido a lo largo de este mes. Por eso, la infanta Cristina ha querido ser tajante y hablar con total sinceridad: “No habrá ni reconciliación ni perdón”. La periodista desvela que sus intenciones pasaban por “anunciar el final de su matrimonio en el comunicado”. Sin embargo, Urdangarin le suplicó que solo informara de que “habían interrumpido su relación”.

El día que Lecturas publica las fotos del ex duque de Palma junto a Armentia, Eyre revela que la Infanta Cristina le comunicó a su padre, Juan Carlos I, sus intenciones de “separarse”. “Le dijo que nadie le obligaría a echarse atrás”, argumenta. La todavía esposa de Urdangarin se siente “ultrajada” por los medios de comunicación que reiteran “machaconamente” que su amor por el exjugador de balonmano no ha cambiado. “No comprende de dónde sacan tales opiniones, ya que su círculo sabe perfectamente que el disgusto y el intenso cabreo después han sustituido el amor y que la intención de divorciarse es irrevocable”, explica la periodista.