Mucho antes de que Rocío Carrasco se convirtiera en el máximo exponente en el mundo del corazón del ave fénix que renace de sus cenizas, Isabel Pantoja hizo lo propio con su vida.

La muerte de Paquirri a causa de una cogida en Pozoblanco (Córdoba) hizo que la tonadillera más famosa de España trascendiera a un plano superior y colocara su música y su vida en otra dimensión.

"¡Paco de mi alma! te lo dije en el altar y te lo digo ahora: eres mi único hombre". Era la frase con la que la tonadillera se despedía del torero en el velatorio instalado en la funeraria La Esperanza justo antes de que se llevaran el cuerpo de su marido al cementerio. El año que pasó desde el 26 de septiembre de 1984 hasta el 4 de septiembre de 1985 vino marcado por el duelo.

Con un pequeño de cinco meses, la cantante iniciaba el camino para convertirse en la viuda de España. Tras la muerte de su marido, Isabel se sumió en una depresión que le convertía en el personaje del momento donde todo el mundo llegaría a empatizar con ella.

Tal es así que los Reyes recibieron en audiencia a la tonadillera un mes antes de su vuelta a los escenarios. "Ha sido increible" - decía la tonadillera a la salida del encuentro - "He visto a dos seres entrañables, el rey y la reina, muy cariñosos conmigo. Estoy muy emocionada". Algo que no compartía la prensa del momento.

"Todo indica que José Luis Perales ha hecho canciones ensimismadas, pura tautología, decir lo mismo de lo mismo, escarbar las penas, plantar crisantemos, convertir a Isabel Pantoja en una macarena atravesada puntualmente por unos cuantos puñales, eternizar la tragedia", escribía El País en 1985. A pesar de todo, Marinero de Luces, compuesta por José Luis Perales, se convertiría en el mayor éxito de su carrera. Los sesenta minutos de disco consiguieron ocho discos de platino y 800.000 copias vendidas y el caché de la tonadillera pasó de uno a cuatro millones de pesetas. Un disco conceptual en el que relata su historia de amor con Paquirri pasando por todos los estados de ánimo.

El presentador, locutor y crítico musical Fernandisco, explica que el concierto es "irrepetible": "Todo el mundo esperaba ver lo que iba a contar en sus canciones tras la muerte de su marido. Llegó al alma de la gente. En el concierto, que se celebró en el Teatro Lope de Vega de Madrid, en la Gran Vía, se cantaron las que son sus canciones más conocidas. Creo que fue un momento irrepetible. Ella ahora está metida en un terrero diferente donde el corazón y su familia contaminan su música".

En el concierto, que se celebró en el Teatro Lope de Vega de Madrid, en la Gran Vía, fue para Fernandisco "perfecto": "Se produjo a mitad de los años 80, era un país con una sociedad con una creatividad que tiraba para atrás y a ella le pilló en aquel momento. Estaba pletórica y dejó que la gente compartiera el dolor, el espectáculo... Ha sido el concierto de la vida de Isabel Pantoja. Por desgracia, el contenido hablaba de la muerte de su marido, pero también del amor, desamor, pena, esperanza, tristeza y alegría... Son componentes que nos tocan a todos y de lo que van casi todas las canciones y que nos hacen conectar. Era y es perfecto. Ese disco vendió tanto, que si no tenía uno cada familia española le faltaba poco", dice.

Así, sitúa a José Luis Perales, al que define como "un velero llamado libertad", como la persona que supo dar en la tecla para conectar a la artista y al público: "Marinero de Luces tiene algo que no tienen otros discos: a José Luis Perales. Hizo un disco escuchando concienzudamente a Isabel. Es uno de los hombres más inteligentes que componen en este país y supo sacar el alma, la vida y el corazón de Isabel en el estribillo. Las canciones que tienen estribillos que cuentan historias, sean terribles o fascinantes, lo tienes prácticamente hecho. Perales hizo un disco impecable y perfecto y ella lo ejecutó al cien por cien. El disco que solo salen una vez en la vida, es un tren de largo recorrido que coges y en el que vas interpretando la vida de Isabel. A las pruebas me remito porque las canciones todo el mundo se las aprendía a la primera y se siguen cantando".

Lidia García, investigadora en el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Murcia y creadora del podcast sobre copla ¡Ay, campaneras!, explica cómo la vida de Isabel Pantoja se ha convertido a lo largo de los años en un reflejo social: "Es un concierto icónico por lo que supuso en su carrera. No solo en un sentido artístico, sino también respecto a su vida personal. Isabel Pantoja recoge mucho la esencia de la copla, de que la vida de las intérpretes muchas veces corren de manera paralela incluso en los temas en los que cantan. Se sobrepasa esa frontera entre la realidad y la ficción. Y fue icónico también en lo social. La figura de Isabel Pantoja desencadena muchos mecanismos de identificación. Ella recoge toda esta tradición desgraciadamente dramática de la copla. Esas historias tremendas que cuentan las canciones se han visto reflejadas en su vida. Eso siempre ha despertado mucho interés en la población". 

Tres looks para quitarse el luto

En la puesta en escena tuvo un papel fundamental Lina, diseñadora de cabecera de la cantante. La sevillana, que falleció hace unas semanas, vistió de faralaes a personajes de la talla de Grace Kelly, pasando por la reina SofíaCarmen Cervera.

"Es el concierto con el que ella se quita el luto", apunta el periodista y editor de moda de TVE, Rafael Muñoz." Lina y ella eran íntimas amigas. Ella le hizo los vestidos más bonitos a Isabel, tanto vestidos para actuaciones de tonadilla y canción un poco más ligera como para canciones un poco más flamencas. Conocía muy bien a Isabel Pantoja y siempre supo hacerla brillar en el escenario", dice.

"En este concierto del 85 sale al escenario con un vestido con un abrigo a juego que la tapa entera. Me recuerda a las filipinas como Imelda Marcos, que van excesivamente tapadas. Tras cantar hoy quiero confesar y recibir una mega ovación se quita ese abrigo y se queda con un vestido palabra de honor donde se le ven los hombros, el cuello y los brazos. La gente empieza a gritarle guapa y se crece. Deja de ser la viuda de España para ser Isabel Pantoja", explica

No fue el único. Al primero de ellos le acompañó un espectacular vestido negro, también creación de Lina. Ambos jamás se los volvió a poner debido al valor sentimental que tienen para ella. Así lo explica Muñoz: "El segundo vestido de Lina es una fantasía. Es una reinterpretación de una bata de cola llevada a la sofisticación de la alta costura. Un vestido asimétrico, con un lazo enorme abajo... Ella se siente fuerte ahí. Ella en los escenarios se siente querida y respaldada y se olvida de todas las penas que ha tenido y tiene en su vida profesional".

Herminda destapó la exclusiva

Sin embargo, todo quedó con un toque agridulce después de que Jesús Hermida diera en exclusiva en Antena 3 Radio el contenido del disco."Lo recuerdo muy intensamente porque además yo estaba entonces en Antena 3 Radio con Jesús Hermida y en el programa de Jesús se consiguió el primer sonido de la grabación de ese Marinero de luces hecho por José Luis Perales, que era un disco muy esperado porque era la reaparición de ella", rememora ahora la periodista Nieves Herrero.

"Antena 3 Radio por casualidad, no te puedo explicar cómo ni de qué manera se consiguió ese sonido y de alguna forma reventó la exclusiva. Iba a ser un lanzamiento a nivel mundial y conseguimos la exclusiva. Fue un momento que vivimos como con ansiedad porque habíamos conseguido eso in extremis y estábamos asegurando con la parte jurídica de Antena 3 que no había ningún problema legal", explica indicando que la transición de mujer de Paquirri a viuda de España "lo acaparó todo".

"Yo estuve en Sevilla cubriendo el entierro de Paquirri y recuerdo que fue todo muy trágico. Era entre ficción y realidad. Era una pesadilla", rememora sobre los momentos posteriores a la cogida.

Su comunión con el público

"Siempre se ha dicho que Isabel Pantoja ha utilizado las canciones en sus conciertos para dar mensajes. A veces cambiaba las letras de las canciones. Es donde más fuerte se siente", argumenta Rafael Muñoz sobre la actitud de la cantante en el escenario.

"Isabel no tiene que tener ni ganas de repetir algo así", asegura Fernandisco. "Ahora se ha dejado contaminar por el mundo del corazón, ya no es lo mismo. La mujer del 85 era una mujer eminentemente musical, ahora conocemos todo. Los últimos conciertos que ha hecho Isabel no los ha hecho especialmente bien y las ganas se te acaban. Ella no está para repetir algo así. Hay momentos que los astros coinciden con las estrellas del cielo y ocurre, pero no hay nada que retrate ese dolor y sufrimiento. Sin dejar de ser una gran artista como la copa de un pino, no es suficiente. Tengo la sensación de que su hijo va a tener más éxito de ella", dice.

Sin embargo, ve dónde podría triunfar: "Estaría en un momento muy chulo para hacer conciertos acústicos, con guitarras flamencas, con tacones, y con algo mucho más centrado en la intimidad y en la comunión con la gente que la sigue que un gran concierto". 

Sus otras dos reapariciones

La carrera musical de Isabel Pantoja no se puede entender sin su vida fuera de los escenarios. Su vida sentimental, sus problemas con la justicia y la relación con su hijo han marcado las tres grandes reapariciones en la música. Tras la mencionada en el concierto, se volvió a subir a los escenarios en 2016 en el Casino de Aranjuez al salir de prisión y en agosto de 2021, volvió a los escenarios en Jerez de la Frontera tras la guerra desencadenada con su hijo Kiko Rivera por la herencia de Paquirri.

"El caso de Isabel Pantoja es paradigmático", opina Lidia García. "Tiene una vida que al final tiene un componente muy público. Probablemente es uno de los personajes de los que más sabemos de su vida y además de una manera muy dilatada. Es un personaje público desde el principio de su carrera, desde los años 70. Esas reapariciones tienen ese componente casi mítico, como de renacer de varios letargos de su carrera. Siempre son espectaculares, siempre están envueltas de cierta polémica y por supuesto cuajadas de expectación, que es lo que ha generado siempre", dice explica la investigadora.

¿Estamos ante la última folclórica?

"No creo que estemos ante la última folclórica", comenta categórica García. "La copla como género continúa vivo. Tenemos a Diana Navarro, la continuidad de distintos programas de televisión como Se llama copla, A tu vera, a María José Llergo, ... Pero probablemente de las folclóricas en ese sentido, con ese componente sociológico de la figura", dice argumentando que es muy complicado que se vuelva a repetir un fenómeno "con una carrera tan brillante como la suya junto a una vida personal tan pública y azarosa".

En la misma opinión se manifiesta Rafael Muñoz: "Siempre cuando se habla de las grandes de la copla se la pone a ella la última por la edad. Desde hace muchos años se dice que es la última de la copla, pero no se acaba la copla con ella, mira Diana Navarro o Manuel Lombo. No tienen esa vida de estrella de la tonadilla. Isabel Pantoja es el puente de las grandes de la copla como Concha Piquer o Lola Flores o Marifé de Triana con los nuevos artistas como Estrella Morente, que también canta copla".

Por último, Fernandisco reivindica la figura de Pantoja: "Gracias a ella la música ha estado viva. Discos como este han hecho que tengamos la música que tenemos. Yo le doy las gracias a la Pantoja. Nunca ha logrado superar a Rocío Jurado, pero tiene una personalidad gigante que hay que agradecer. A veces nos merendamos a las leyendas de la música española con muchísima facilidad. No ocurre en otros países como Francia, Reino Unido o Estados Unidos se venera a las grandes figuras".