Este pasado fin de semana se ha visto a los Reyes Juan Carlos y Sofía juntos, en familia, en Alemania. Parece ser que habrían viajado para ver a su nieto Pablo Nicolás Urdangarín jugar al balonmano, que está en el equipo TSV Jannover-Burgdorf. Además de los reyes eméritos, también han viajado al país las Infantas Elena y Cristina, y la madre de Iñaki Urdangarín, Claire Liebaert, según publican en El Mundo.

Tal y como informan en World News, la familia real “se desplazó en avión privado hasta la Baja Sajonia”, donde se jugaba el partido de cuartos de final del campeonato alemán, en Burgdorf (a 23 kilómetros de Hannover). Tanto el Rey Juan Carlos como la Reina Sofía iban vestidos para la ocasión: con bufandas a rayas verdiblancas del equipo de su nieto. Durante el partido no pararon de animar a Pablo, aunque no consiguió marcar ningún tanto.

Toda la familia real se hospedó en el hotel de cinco estrellas superior Kastens, situado en el centro de la ciudad. El alojamiento, por habitación individual estándar, supone un coste de unos 200 euros la noche.

Pablo Urdangarín estuvo viviendo en Ginebra con su madre y sus hermanos, hasta que decidió dedicarse al balonmano profesional y fue fichado por el equipo TSV Hannover-Burgdorf, perteneciente a la primera división de la Bundesliga alemana.

Sus andanzas en este deporte comenzaron cuando empezó a jugar en las ligas suizas como amateur, donde el entrenador Antonio Carlos Ortega, amigo del exduque de Palma, se fijó en él y lo incorporó a su equipo.

La última vez que se pudo ver a Pablo Nicolás con sus dos abuelos, los reyes eméritos, fue el pasado mes de noviembre cuando Doña Sofía cumplió 80 años, y toda la familia real se reunió y posó para una fotografía histórica en la escalinata de la Zarzuela. Ahora, este encuentro es sorprendente después de que el Rey Don Juan Carlos no apareciera en Mallorca en Semana Santa en la misa de resurrección de la catedral de Palma, a donde si acudió en 2018.