Una gran bola de fuego sobrevoló algunas provincias españolas en la jornada del domingo, 10 de agosto. Un objeto luminoso, muy llamativo por su tamaño y que hacía su camino a gran velocidad, viajando a 29.000 kilómetros por hora. Una alargada estela que se inició sobre el Océano Atlántico y, a continuación, sobrevoló la Península Ibérica, para cruzar el país pasando por Andalucía y continuando por Albacete, Murcia y seguir en dirección de las Islas Baleares a través del Mediterráneo.
Un objeto de gran tamaño que surcaba los cielos destacándose por su brillo. Para muchos, bien podría haber recordado aquellos años en los que decía eso de "¿es un pájaro? ¿es un avión? ¡No! ¡Es Superman!" o que, a otros, les resultara parecido al Cometa Rojo de la famosa serie Juego de Tronos. Sin embargo, lejos de ser un elemento de ficciones como estas, se trató de basura espacial que entraba a la Tierra.
José María Madiedo, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía, conectaba con el canal 24 Horas, de RTVE, para explicar este suceso. "Esta basura espacial era la cuarta etapa de un cohete que China lanzó hace unos días, el 8 de agosto. El brusco rozamiento con el aire hizo que se volviese incandescente, que además se fragmentase en gran cantidad de trozos que a su vez, también, se volvieron incandescentes y, de esa manera, se generó una bola de fuego que se inició sobre el Océano Atlántico un poco más al sur del Golfo de Cádiz", relataba.
Según detallaba, el característico color rojo que presentaba esta bola de fuego se debió a la temperatura que alcanzó el objeto era debido al rozamiento con el aire y la alta velocidad a la que viajaba. Una velocidad que se encontraba en un tramo que suele generar este tipo de tonos anaranjados y rojizos, si bien, como indicaba, cuando es mayor cambian los colores, dependiendo, también, estos de la capa atmosférica que esté atravesando el objeto, debido a que hay diferencias en las cantidades de determinados elementos como el nitrógeno o el oxígeno. Un objeto espacial este que se pudo observar el 10 de agosto que se desintegró antes de su llegada a la Tierra, aunque "si algún pequeño trozo cayó, según el experto, se habría precipitado sobre el mar y con un tamaño que no habría provocado ningún problema".
Explicaba José María Madiedo en 24 Horas que la basura espacial son restos de objetos artificiales que quedan en órbita como consecuencia de alguna misión espacial, apuntando que hay más de 10.000 toneladas orbitando la Tierra. Tal y como subrayaba, lo ideal es que esta basura espacial vuelva a caer a la Tierra y se desintegre, como lo ocurrido en este caso. Cuestionado sobre si la cantidad presente en la órbita terrestre puede llegar a convertirse en un problema, afirmó que sí y contó que ya se desarrollan proyectos que ya tratan de reconducirla, así como ya se está haciendo en las misiones que el objeto caiga en lugar de mantenerse en el espacio.