Los miembros de la corriente Make America Great Again (MAGA) barajan la posibilidad de encontrar el nombre de Donald Trump en la famosa Lista Epstein que, desde hace tiempo, vienen reivindicando se haga pública. Dos motivos son los que llevan a aquellos que pertenecen a este movimiento, surgido en apoyo a la candidatura del actual presidente americano, a creer que el republicano podría ser uno de los que aparezca debido, por un lado, a la publicación que hizo el Wall Street Journal de una supuesta carta que habría enviado el que ocupa el principal asiento de la Casa Blanca a Jeffrey Epstein en la que aparece el dibujo de una mujer desnuda y, por otro, por la negativa que muestra ahora, tras haber sido partidario al inicio, a dar a conocer ese directorio de nombres, una contradicción reciente que les provoca serias dudas.
Así lo explicaba la periodista María Estévez a Iñaki López en el programa Más vale tarde. Entre algunos de los aspectos que llevó a Donald Trump, según María Estévez, a atraer el voto de los americanos con el que llegar a la presidencia y generar una línea de seguidores tan fiel a su figura fue recalcar en varias en muchas ocasiones que él siempre cumple lo que dice. La actual corresponsal de LaSexta en Los Ángeles señalaba que el republicano estuvo durante un tiempo atacando a los Clinton por supuestamente formar parte de esta lista e insistía, repetidamente, en que publicaría ese directorio de nombres, pero, tal y como apunta Estévez, "de repente (al llegar a la Casa Blanca) dijo que no, que todo es mentira".
Una explicación repentina y cortante del tema la que expone Donald Trump que lleva a que estén surgiendo las primeras grietas en el movimiento MAGA. "Eso es súper importante", destacaba la corresponsal, "porque quiere decir que hay enfrentamientos entre ellos". Así, relataba que, de este caso, se van a publicar las transcripciones del gran jurado, pero no se va a publicar, según ha indicado Trump, la lista de clientes de Epstein que, ahora, según el republicano, se supone que no existe. No obstante, "los MAGAs juran y perjuran que sí, porque así se lo han vendido durante diez años y, de ahí, el enfrentamiento que se ha dado entre ellos", contaba Estévez.
Esta serie de circunstancias está haciendo que los apoyos a Donald Trump no sean tan sólidos como acostumbraban. Ahora, Trump castiga al Wall Street Journal al tiempo que el New York Times publica el relato de una denunciante que asocia a Trump con el magnate financiero Jeffrey Epstein.

No admitido en el viaje tras publicar la carta
La Casa Blanca anunciaba el 21 de julio que el periódico The Wall Street Journal no dispondrá de plaza en el viaje presidencial a Escocia. Lo hacía después de que el periódico económico publicara un artículo sobre el fallecido pedófilo Jeffrey Epstein.
La noticia se publicó el pasado 17 de julio y en ella se menciona una serie de cartas subidas de tono que remitió Trump a Epstein por su 50 cumpleaños, en 2003. Entre ellas había una nota con un dibujo de una figura femenina desnuda junto al nombre de Trump. Trump demandó al periódico al día siguiente por difamación porque, según él, "no existe ninguna carta ni dubujo auténticos".
En esta línea puesta en marcha por Trump, desde hace tiempo, para acallar a la prensa cuando evidencia un mal proceder del presidente americano, la secretaria de prensa presidencial, Karoline Leavitt, explicaba que la decisión se debe a la "conducta falsa y difamatoria de 'The Wall Street Journal'", en referencia a esa reciente publicación. Ahora la Casa Blanca emplea las plazas que tradicionalmente se han reservado a la prensa para impedir la presencia de este medio, propiedad de Rupert Murdoch. Hasta hace poco estos asientos eran asignados por la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA), un grupo independiente que representa a los periodistas. Sin embargo, en febrero Leavitt asumió el control de estas decisiones. En un encontronazo anterior, la agencia de noticias AP quedó fuera del grupo autorizado, conocido como 'pool', por seguir utilizando el término golfo de México para referirse al ahora rebautizado por el republicano, en sus decisiones arbitrarias, como golfo de América.
"Ella no está aquí por ti", la frase de Epstein a Trump cuando miraba a una chica en las oficinas del pederasta
Recientemente, el New York Times publicó las denuncias que hace Maria Farmer, quien asocia a Jeffrey Epstein con distintos personajes públicos de relevancia como Trump. Una víctima del magnate financiero, que por dos ocasiones contó al FBI un encuentro inquietante que tuvo con el presidente americano y lo cercano que era este al pederasta.
Ella sufrió una agresión sexual, como cuenta, por parte de Epstein en sus veintes y su hermana, cuando todavía era menor, fue una de las muchas chicas que pasó por su rancho en Nuevo México. La primera vez que Farmer acudió a los cuerpos de seguridad para denunciarle fue en 1996, momento en el que además de hablar de sus sucias prácticas, también llamó a investigar a las personas del entorno de Epstein, incluido Donald Trump, al que entonces aún le faltaban dos décadas para ser elegido presidente.
Una víctima que afirma observar un patrón en la persecución que Epstein hacía de niñas y mujeres jóvenes, al tiempo que conocía y creaba amistades cercanas con destacadas figuras sociales, como Trump y el expresidente Bill Clinton.
I’m gonna post this every day so nobody forgets exactly who Pedophile Trump is and why the Epstein files have suddenly disappeared. pic.twitter.com/CFoXi1YdQF
— Morgan J. Freeman (@mjfree) July 20, 2025
Desde el Times apuntan en el artículo que las investigaciones como las que se centraron en Epstein solían explorar una amplia gama de pistas, pruebas, recuerdos y relaciones, de las cuales, según se resalta, pocas terminaron por ser utilizadas en los expedientes judiciales o como base para un proceso penal. Así, el amplio expediente de la investigación que se realizó en torno al magnate dispone de muchos registros que no se han hecho públicos, pero que han terminado por volverse el centro de las afirmaciones, propiciadas por los aliados y seguidores de Trump, de que las autoridades podrían haber encubierto la participación de otros hombres ricos y poderosos.
Los múltples intentos que llevó a cabo Maria Farmer para tratar de alertar a las fuerzas de seguridad sobre Epstein y su entorno evidencia, tal y como se afirma en el artículo, cómo los archivos del caso podrían contener una material que resultara incómodo o políticamente problemático para el actual presidente americano, aunque sea en gran medida ajeno a los delitos de Epstein y nunca se haya investigado o corroborado plenamente. De esta manera, remarca, también, lo díficil que resulta ahora abrir al escrutinio todas las pistas que siguieron los investigadores, las pruebas que reunieron y los interrogatorios que realizaron, de los cuales pocos llegaron a comparecer ante un juez o un jurado.
En 1995, cuando Maria Farmer trabajaba para Epstein adquiriendo obras de arte, fue llamada a las oficinas del magnate una noche. Según el relato que contó a las autoridades, a aquellas oficinas de Manhattan llegó Donald Trump en solitario, quien comenzó a rondarla y mirar con fijación sus piernas. Tal y como contaba, en ese momento Epstein apareció en las oficinas y, viendo la situación, le dijo al actual presidente americano: “No, no. Ella no está aquí por ti”. Una afirmación tras la cual, los dos hombres salieron de la habitación, y Farmer dijo que pudo oír a Trump comentar que creía que Farmer tenía 16 años.
Amistad entre Trump y Epstein
Quince años de relación mantuvo el republicano con el magnate financiero hasta que, en el 2004, poco antes del primer juicio, concluyeron sus encuentros y contacto. De hecho, en una entrevista a la revista New York, Trump apuntó: “Conozco a Jeff desde hace 15 años. Es un tipo estupendo. Es muy divertido estar con él. Incluso dicen que le gustan las mujeres hermosas tanto como a mí, y muchas de ellas son jóvenes. Sin duda, Jeffrey disfruta de su vida social”.
En el año 2006, Epstein fue imputado y, más tarde, se reconocería culpable de dos delitos graves, incluido solicitar servicios de prostitución a una menor, en un acuerdo que evitó la imputación de cargos federales. En 2019, fue imputado de nuevo, acusado de traficar con decenas de niñas, algunas de tan solo 14 años, y de participar en actos sexuales con ellas. Posteriormente, fue hallado muerto en una celda de la cárcel, y las autoridades dijeron que se ahorcó.