Hay que reconocer que este mercado de fichajes en League of Legends está siendo loco y convulso. Nada se confirma, pero todo suena y, como dice el dicho, cuando el río suena agua lleva. El ruido mediático de los equipos de la LEC son los que más quebraderos de cabeza están dando a los fans y medios de comunicación que siguen la competición europea. Uno de los que primero empezó a sonar fue el croata Perkz. El ADC ha conseguido que junto al roster de G2 acabasen como uno de los 4 equipos más fuertes del mundo y haber sido uno de los jugadores más relevantes del momento. En el caso de Rekkles, el sueco venía sonando ya hace tiempo para muchos conjuntos europeos; nada se confirmaba, pero tampoco se desmentía. Sin embargo, el jugador nunca se le ha visto descontento con el rol de su equipo y las exigencias que se le imponían de cara a los resultados las cumplía con buena nota.

La madrugada del 17 de noviembre se abrió el mercado de fichajes y tras muchos rumores sobre Perkz, Broxah, Finn, Rekkles y demás el primero en convertirse en trending topic fue el croata. Su salida del conjunto de los samuráis era un secreto a voces y su rumbo aún está por determinar. La opción más viable y que le devolverá a su posición natural (midlane) es Cloud9. El equipo norteamericano le ha asegurado una comodidad total, así como una libertad en su juego plena. Entre las alternativas que maneja el equipo directivo de Ocelote, los nombres de Upset, Crownshot y Rekkles son las más oportunas. El primero, viejo conocido de G2 volvería para ocupar el puesto de tirador y devolver la ilusión a un equipo que ha perdido una de las estrellas más importantes, pero que con la llegada del alemán volvería a dar alas al equipo. La progresión del jugador es una de las cosas que más llama la atención de los de Wunder y en caso de que la opción de Rekkles se complique, parte como favorito.

El sueco es la primera opción. Pese a un rendimiento algo irregular y ser un jugador más propio del late game, Ocelote se le torna la mirada al ver a Rekkles. Los fans de G2 ansían que se oficialice el fichaje, pero por ahora el ADC ya ha dado el primer paso desvinculándose del club.

El tercero en discordia, Crownshot, es prácticamente la opción que le quedan a los samuráis si ninguno de los otros dos fichajes consigue llevarse adelante. El esloveno ex de Lions y ex de LDLC, cuenta con un currículum brillante y por ende encajaría en un quinteto profesional tan decisivo a la hora de jugar todos para todos.

En Fnatic están que se tiran de los pelos. Después de que Caps cambiase una elástica por otra hace escaso tiempo, otro robo de Ocelote al rival directo hace presagiar que el mandamás no va a ser muy bien recibido en las reuniones de los equipos europeos. La salida oficializada de Rekkles justo un día después de la de Perkz ha hecho poner nerviosos al personal y fuentes cercanas a Yuste y Bloop (esportmaniacos) parece ser que la oficialización es cuestión de horas.

De ser así, los partidos entre G2 y Fnatic en la LEC pasarán a ser un Barça-Madrid de antaño donde la grada era incapaz de tener un jugador rival con la camiseta de otro.

Los reemplazos que maneja Fnatic serían, casualmente los que maneja G2. Tanto Upset como Crownshot aparecen entre las opciones más viables en la mesa de las oficinas de Fnatic. Con la salida del sueco, el juego y cambio de cromos es inminente. Los otros rivales de la competición ya se han movido y, entre los muchos que ya se han pronunciado, Finn ha abandonado las filas de Rogue cruzando el charco y yéndose a Norteamérica junto a CLG mientras que SwordArt  de Suning (LPL) ya luce los colores de TSM. En el caso de Elyoya, el jungla hace lo propio con la elástica de MAD Lions dejando la de los jinetes.

La rotación de piezas de prácticamente todos los equipos del mundo es un hecho, tanto rosters como coaches han cambiado unos colores por otros y la dinámica de los equipos que veremos en futuros splits cambiará radicalmente.

El mercado se acaba de abrir y las opciones de los clubes parecen seguir abriéndose, confirmando una larga lista de nombres que deben cerrar antes de que empiece cada competición.