A pesar de las advertencias por parte de especialistas, parece que todavía cuesta comprender lo perjudicial que resulta para la salud pasar horas -cada vez más- pegados a las pantallas de smartphone, tablet u ordenador.

Una de sus consecuencias negativas tiene que ver, por ejemplo, con el efecto directo sobre nuestro descanso debido a la somnolencia que produce la llamada ‘luz azul’ que desprenden este tipo de dispositivos.

Sin embargo, aunque los expertos no paran de avisar de esos riesgos, al usuario, por regla general, le preocupa más cómo puede hacer para que su móvil no consuma tanta batería como gasolina un coche de hace 15 años, y ello , aunque siga utilizando horas.

Los avances en este sentido van en esa línea y responden a una necesidad imperiosa de no quedarnos si tuitear. Vamos que estamos más interesados en que se articulen antes funcionalidades que ayuden a conservar la batería del móvil, que a cuidar nuestra propia salud.

A esto responde lo último que se encuentra probando WhatsApp desde hace ya algunos meses, pero que se resiste a poner en funcionamiento más allá de las versiones de prueba para testadores. Se trata del Modo Oscuro, una opción de la que informó a principios de mes WABetaInfo a través de su blog oficial y de su cuenta en Twitter.

No es algo novedoso lo que quiere implantar la aplicación (en algunas versiones de Android está ya disponible de prueba), puesto que sigue la línea de lo que ya han hecho otras apps o herramientas online, sin ir más lejos en las últimas semanas Facebook.

El objetivo último del Modo Oscuro que ultima WhatsApp es reducir consumo de batería al tiempo que se mejora la experiencia de vista en entornos oscuros, algo que, por otra parte, también redundará en cierta medida en una mejora de nuestra salud, o en un menor perjuicio. No hay mal que por bien no venga... o sí.