WhatsApp no está atravesando por su mejor momento desde el punto de vista empresarial. Esto ocurre, en particular, arrastrada por los vaivenes de la compañía matriz, Facebook.

Son frecuentes las informaciones protagonizadas bien la multinacional fundada por Mark Zuckerberg, casi siempre por asuntos relacionados con la seguridad, bien su millonaria adquisición, WhatsApp. En la mayoría de las ocasiones, esa presencia mediática no es positiva, y eso que en el caso de la aplicación de mensajería instantánea, son constantes los anuncios y estrenos de nuevas funcionalidades.

Es lo que tiene ser la app con más usuarios del planeta. Esto hace que tenga que estar renovándose permanentemente y, a su vez, la convierte en medio perfecto para que los ciberdelincuentes hagan de las suyas, es decir, encuentren a sus víctimas con facilidad y por decenas de miles.

Esto es lo que ha sucedido con una aplicación que tiene la facultad de hacerse con los datos y la información personal de sus usuarios.

Análisis de expertos

Así lo revela un trabajo de la empresa especializada en seguridad informática ESET.

Según este informe, en el centro de la controversia se encuentra una app falsa de Viber, la herramienta de mensajería instantánea y voz (VoIP) perteneciente a la compañía japonesa Rakuten.

El análisis elaborado por ESET pone de manifiesto que esta aplicación fraudulenta podría afectar a los usuarios de WhatsApp, al desarrollar una función propia de un software maligno.

¿Qué puede suceder? Si instalas dicha herramienta falsa estás abriendo tu smartphone de par en par a los hackers, puesto que la empresa que ha hecho este informe advierte de que el falso Viber puede llegar a utilizar los datos de aplicaciones como WhatsApp e, incluso, grabar llamadas.  

Cabe de todo

No es la primera vez que se detecta y denuncia algo similar. Sin embargo, la facilidad o, dicho de otro modo, la ausencia de requisitos por parte de Google para que los creadores lancen sus apps a través de Play Store, ha provocado la detección de muchas aplicaciones cuyo objetivo fundamental era el engaño.

Precisamente, en los últimos meses, el gigante tecnológico ha decidido dar un cambio en este sentido, y ha llevado a cabo diferentes campañas que han concluido con la eliminación de herramientas que se ofrecían en su supermercado.

La otra parte de este tipo de episodios tiene que ver con la responsabilidad de los propios usuarios. Tras algunos años de recorrido, observar qué apps descargamos en el teléfono móvil debería ser algo normal. En ocasiones, una rutina tan simple como comprobar que el correo electrónico que aparece asignado al desarrollador no es sospechoso, puede evitarnos más de un dolor de cabeza.