Que el supermercado de aplicaciones de Android es un cajón de sastre (aunque podría ser también desastre) es una afirmación muy recurrente. Hace no mucho tiempo, era bastante común leer informaciones acerca de apps alojadas en el Play Store de Google que encerraban ciertas conductas sospechosas, cuando no directamente perjudiciales para los usuarios que las descargaban.

En más de una ocasión se ha reclamado a sus responsables unos criterios de seguridad mínimos para, precisamente, evitar males mayores.

Las reclamaciones por parte de expertos, junto con las quejas de usuarios, parecen haber provocado que, por fin, Google tome cartas en el asunto.

Eliminadas

Así lo ha anunciado el gigante tecnológico en el blog de sus desarrolladores. Según señala, a lo largo de 2017 nada más y nada menos que alrededor de 700.000 apps han sido eliminadas y desterradas de Play Store.

El motivo fundamental que esgrime para esta medida es que esas herramientas violaban las normas que impone la compañía. Hilando más fino, explican en el artículo que en ese saco de aplicaciones suprimidas, las que trataban de suplantar algunas muy conocidas intentando “engañar a los usuarios” han sido muy comunes. Por dicha causa han sido retiradas más de un cuarto de millón.

También destaca Google que “no permitimos aplicaciones que contengan o promocionen contenido inapropiado, como pornografía, violencia extrema, odio y actividades ilegales”. En este apartado estaba incluido un buen número de ellas.

Mejora la detección

Reconoce la multinacional que en los últimos tiempos se han mejorado los modelos “de aprendizaje automático” que ahora, según parece, “filtran cantidades masivas de presentaciones de aplicaciones entrantes y las señalan en busca de posibles violaciones, lo que ayuda a los revisores humanos a detectar y aplicar eficazmente las aplicaciones problemáticas”.

Cabe decir que es esta una manera de reconocer lo que durante tiempo se ha achacado al supermercado de apps de Android sobre la falta de control y fiscalización por parte de sus responsables.

En este sentido, reconoce en el blog que “el 99% de las aplicaciones con contenido abusivo fueron identificadas y rechazadas antes de que alguien pudiera instalarlas”, una prevención que fue posible gracias a las “mejoras significativas en nuestra capacidad para detectar abusos, como suplantación de identidad, contenido inapropiado o malware, a través de nuevos modelos y técnicas de aprendizaje automático”.

Sin duda alguna se trata de una gran noticia, no en vano, el sistema operativo Android y, por ende, el supermercado de aplicaciones de Google es un lugar de peregrinaje para miles de usuarios que, hasta estas “mejoras” eran potenciales 'clientes' de los amigos cibernéticos de lo ajeno.

Una de las conductas que más se criticaba es que, aunque a veces detectaban y suprimían una aplicación falsa o que escondía un virus, al cabo de poco tiempo aparecía otra de similares características creada por los mismos autores. También en relación con esto presumen de que se han impulsado nuevas “técnicas de detección” a través de las cuales se “pueden identificar infractores reincidentes y redes de desarrolladores abusivos a gran escala”.

Un 70% más

El resultado de este apartado de la limpieza llevada a cabo por Google ha sido la eliminación de 100.000 desarrolladores sospechosos o “malos” a lo largo de 2017.

En definitiva, por fin el gigante tecnológico ha tomado las medidas oportunas, algo que a la vista de las cifras que ahora exhibe, no lo había hecho antes. Si no, no se entiende que las 700.000 apps eliminadas el año pasado han significado un aumento del ¡70%! en comparación con 2016.

Todo sea porque al descargarse un aplicación desde Play Store, no nos llevemos el susto de ver robados nuestros datos