Hace unos meses, la difusión de un bulo a través de WhatsApp provocó la muerte de varias personas en la India. La noticia se extendió rápidamente por todo el mundo y los responsables de la aplicación propiedad de Facebook decidieron tomar cartas en el asunto.

La medida adoptada tuvo que ver con la limitación de otra de las funcionalidades que, sin duda alguna, buscaba aproximar WhatsApp a otras apps y redes sociales: el reenvío de mensajes y, lo que es más importante, si el mensaje que te llega ha sido reenviado por otro usuario.

En realidad, la clave no está en el reenvío individual, sino en el colectivo, es decir, en la posibilidad de hacerlo a varios chats a la vez.

Tras lo ocurrido en la India, la plataforma de mensajería instantánea puso en marcha una serie de medidas con el objetivo de evitar este tipo de sucesos. En concreto, si un par de años antes sumaron la “función en WhatsApp que permite reenviar mensajes a múltiples chats a la vez”, las muertes debido a un bulo provocaron una restricción sin precedentes, en particular en el país en el que sucedió todo.

Primera limitación

Esta consistió en una limitación de este tipo de reenvío masivo que si bien en un primer momento se podía hacer a más de 20 chats, en India en julio se limitó a menos de 5 y la eliminación del botón de reenviado rápido (el que se encuentra junto a los mensajes con archivos multimedia).

Con todo lo que está aconteciendo a lo largo y ancho del planeta a cuenta de las denominadas fake news , cuya capacidad para, incluso, cambiar gobiernos con la aplicación del teléfono verde haciendo la función de ariete o altavoz, no extraña la medida que acaba de adoptar.

De este modo, tal y como ha adelantado WABetaInfo, la limitación de reenvío a 5 chats como máximo se extenderá a nivel global. La justificación es la que ya explicó WhatsApp en su blog oficial en julio de este año, es decir, para que no pierda su esencia como aplicación de “mensajería privada: una forma simple, segura y confiable de comunicarse con familiares y amigos”.

La ansiada seguridad –y manida, en el caso de WhatsApp- que parece no lograr a pesar de las acciones puestas en marcha. Sin ir más lejos, en aras de seguridad y privacidad, también se instauró en cada mensaje que nos llega reenviado por alguien que aparezca como tal, para evitar cadenas innecesarias y, en algunas ocasiones, incluso peligrosas, como sucedió hace un mes en México.

Asimismo, no hay que olvidar que en los últimos tiempos, la app del teléfono verde se ha convertido en transmisora de ciertas conductas delictivas propias de estos tiempos modernos, por ejemplo, phishing.