El Departamento de Justicia de Estados Unidos y once estados han presentado una histórica demanda contra Google por presuntas prácticas monopolísticas de su buscador. Pero la verdadera pregunta quizá sea: ¿quién es el verdadero culpable? 

Se acusa a Google de utilizar tácticas anticompetitivas para mantener y extender su monopolio 

La base de la demanda está en los acuerdos firmados por la compañía de Menlo Park con Apple y otros fabricantes de dispositivos móviles para situar a su buscador como opción por defecto, lo que refuerza su posición dominante en el mercado de búsquedas, que el propio Departamento de Justicia sitúa en el 80 por ciento del total. 

La base de la demanda está en los acuerdos firmados por la compañía de Menlo Park con Apple y otros fabricantes de dispositivos móviles

La base de la demanda está en los acuerdos firmados por la compañía de Menlo Park con Apple y otros fabricantes de dispositivos móviles

La demanda –que cuenta con un total de 57 páginas- señala: “Durante muchos años, Google ha utilizado tácticas anticompetitivas para mantener y extender su monopolio en los mercados de servicios de búsqueda genéricos, publicidad en búsquedas y publicidad en texto en búsquedas genéricas, los pilares de su imperio”.  

La gente usa Google porque así lo eligen, no porque se les fuerce a ello 

Respuesta 

Google, por su parte, ha señalado que el texto está lleno de errores. Una vez más, ha negado las acusaciones de violación de las leyes antimonopolio y ya ha puesto en marcha su particular ejército de asesores legales.  

De hecho, el máximo responsable del departamento legal, Kent Walker, señala en el blog de la compañía: "La gente usa Google porque así lo eligen, no porque se les fuerce a ello o porque no puedan encontrar alternativas". 

Impacto negativo 

Walker asegura que “este juicio no va a ayudar en nada a los consumidores. Al contrario, supondrá un apoyo artificial a alternativas de búsqueda de menor calidad, incrementará el precio de los teléfonos y hará más difícil para las personas usar los servicios de búsqueda que quieren”.   

En su post, compara las prácticas de Google con las de “una empresa de cereales que paga a un supermercado para que coloque sus productos en la cabecera del pasillo o en una estantería al nivel de los ojos”.  

La compañía matriz, Alphabet, está valorada en 1,04 billones de dólares y sus reservas de capital superan los 1.200 millones 

Estrategia rentable 

Lo que parece claro es que la estrategia de Google es rentable y que está haciendo todo lo posible para defenderla. La compañía matriz, Alphabet, está valorada en 1,04 billones de dólares y sus reservas de capital superan los 1.200 millones. Sus actividades de lobby en Estados Unidos para favorecer sus puntos de vista le costaron 12,7 millones de dólares en 2019 según The New York Times, lo que –afirma este medio- “la convierte en uno de los mayores inversores corporativos en Washington”.  

La Unión Europea ya demandó a Google en 2018 por motivos similares, aunque muchos de sus competidores aseguran que las medidas que la empresa fue obligada a adoptar no han supuesto ningún cambio.  

Google sigue haciendo lo que ha hecho toda la vida: vender publicidad en sus búsquedas 

En busca del culpable 

La pregunta que flota en el ambiente es ¿quién es el verdadero culpable? En primer lugar, porque Google no está haciendo ahora nada que no hay hecho antes. En segundo lugar, Europa ya tomó medidas hace dos años. Y, para rematarlo, en 2015 el gobierno estadounidense construyó un caso similar contra la compañía.  

Por si fuera poco, en 2013 la Comisión Federal de Comercio advirtió de que la gente era incapaz de diferenciar entre una búsqueda normal y un enlace pagado en el buscador, lo que obligaba a las empresas a invertir más dinero en Google para ser vistas. 

En resumen, Google sigue haciendo lo que ha hecho toda la vida: vender publicidad en sus búsquedas y pagar a determinadas empresas para que coloquen sus servicios a la vista del consumidor. Desde ese punto de vista, sus prácticas no son diferentes de las de sus propios clientes: pagar a alguien para conseguir visibilidad.  

Si nada ha cambiado, ¿por qué ha tardado tanto en llegar esta demanda? ¿Por qué interesa que suceda en este preciso momento, en plena campaña electoral en Estados Unidos?