La mitad de los niños y niñas españoles de hasta 8 años tienen su propia tableta [que se ha convertido en el dispositivo favorito de este tramo de edad]. Y, además, el 40% de menores de 9 años usa algún dispositivo electrónico a diario. 

Sin embargo, según un estudio realizado por Lingokids [una startup especializada en contenidos digitales seguros en inglés para niños], la mitad de los progenitores españoles asegura no tener suficientes conocimientos sobre ciberseguridad.

La consulta, realizada a 800 familias de toda España con hijos de hasta 8 años, revela que 6 de cada 10 personas consultadas “utilizan algún sistema de control parental, hablan con sus hijos de la importancia de seguir unas normas básicas de seguridad cuando utilizan sus dispositivos electrónicos y procuran recordarles con frecuencia lo que deben y lo que no deben hacer. El resto consideran que los niños son todavía demasiado pequeños”, afirma la empresa. 

Hemos hablado con Rhona Anne Dick, directora de Experiencia de Aprendizaje de Lingokids, para que nos explique las conclusiones de su estudio y, sobre todo, qué recomendaciones hacen para que las personas más jóvenes puedan navegar por internet de forma segura. 

El 43% de progenitores sienten preocupación por si los niños van a acceder a contenidos inadecuados

Preocupaciones

Cuando le preguntamos qué preocupa a madres y padres, explica: “El 55% se preocupan por si sus hijos pasan demasiado tiempo delante de la pantalla y no están realizando otras actividades”.

La segunda posición en este ránking la ocupan los contenidos: “El 43% sienten preocupación por si los niños van a acceder a contenidos inadecuados”. 

Y la última de las más relevantes es “la salud. El 40% de los padres están preocupados por si la vista de sus hijos va a verse dañada por el uso de las pantallas”, detalla Dick.

¿Suficiente preparación?

Según sus datos, seis de cada diez progenitores que han participado en este estudio “piensan que sus hijos están preparados para su vida en internet: que saben lo que tienen que ver; que tienen que pedir permiso, por ejemplo, para descargar una aplicación… Que pueden navegar por internet de una forma segura, no solo por los contenidos, sino también autocontrolar su uso”.

Lógicamente, “hay un 40% que consideran que sus hijos no están preparados para esto”. Por este motivo, han realizado el estudio y han elaborado “una serie de consejos para los padres que, tal vez, no están preparados para informar a sus hijos”.

“Estos padres piensan que sus hijos son demasiado pequeños para entender el uso que hacen de internet”, explica Dick. “Hay que enseñarles desde muy jóvenes, para que entiendan lo que supone”. 

Los controles parentales no funcionan a largo plazo

Herramientas insuficientes

A su juicio, los controles parentales o prácticas como comprobar el historial del navegador no son suficientes: “Si no saben exactamente lo que hay en internet, los riesgos y las consecuencias de sus acciones, ¿cómo van a funcionar en el futuro, cuando aprendan a quitar esos controles, por ejemplo?”, razona. 

Por eso asegura que “es necesario despertar su conciencia desde muy pequeños, de una forma que puedan entender, con historias”. Esa es, según su criterio, la mejor manera de “enseñarles lo que podría pasar o darles consejos para no compartir demasiada información o contraseñas o información bancaria o no hablar con desconocidos”.

Porque, en el fondo, navegar por internet es “como cualquier cosa de la vida: cruzar la calle, no tocar una olla en la cocina o usar las tijeras”. 

Dick reconoce que “los controles parentales o las aplicaciones con alertas son herramientas”. Pero advierte que no sirve quedarse en ellas: “No podemos solo usar las herramientas, porque no van a funcionar dentro de cinco años cuando hayan aprendido a apagarlas”.

En el instituto se producen muchos casos de acoso escolar o interés por temas inadecuados

Recomendaciones

Su recomendación es “incentivar con recompensas” para incrementar su receptividad hacia temas como la ciberseguridad.  “Así comienza esta conversación natural sobre su actividad en internet. Si no es natural contar a los padres lo que está sucediendo o lo que están viendo, en el instituto se producen muchos casos de acoso escolar o interés por temas inadecuados. Si la conversación es natural y honesta desde el principio, es mejor. Es algo que hay que cultivar”.

Un punto fundamental es “concienciarlos de los riesgos. Se les pueden contar historias verdaderas, de las noticias. Pero si hay que omitir información sensible, está bien, todo en función de su grado de madurez”. 

Sugiere relatar este tipo de sucesos sobre “compartir la contraseña o unas fotos de las que luego la persona se arrepiente. Puedes enseñarles poco a poco las consecuencias y los riesgos”.

Hay que aumentar un poco las actividades que realizan fuera de la pantalla

Tiempos

Pero los contenidos no son lo único importante. También lo es “regular los tiempos que pasan en internet. Hay que aumentar un poco las actividades que realizan fuera de la pantalla. Lo que pueden hacer es usar temas, juegos, personajes, cualquier cosa que les guste online y tratar de usarlos fuera de la pantalla como una excusa para aprender algo”. 

Le pedimos que nos ponga un ejemplo: “Si le gusta Frozen y vas a enseñarle a cruzar la calle, puedes preguntarle: ¿qué haría Elsa?”. 

Cifras de uso

Según sus datos, un 40% utiliza estos dispositivos a diario, un 24% lo hace más de tres días por semana, el 21% solo los fines de semana y un 15% asegura que su uso se produce únicamente de forma puntual. 

El día que los utilizan, el 49% lo hacen entre una y dos horas, el 26% menos de una y uno de cada cuatro pasa más de dos delante de la pantalla. 

Juegos y vídeos

En cuanto al tipo de contenidos consumidos, los resultados muestran que los principales son juegos y vídeos: el 59% utiliza la tablet o el móvil para jugar y el 55% es usuario habitual de YouTube. A continuación se sitúan las apps educativas (45%) y las películas y dibujos animados (44%). Las búsquedas en Internet, las aplicaciones de mensajería como WhatsApp o Hangouts y las redes sociales como TikTok o Instagram, en estas edades, todavía tienen un uso inferior al 10%. 

“Sin embargo, en lo que respecta a los juegos en línea, en los que compiten con otros jugadores, un tercio de niños de hasta 8 años [35%] ya los utiliza, con la recomendación de sus padres de que solo pueden jugar con amigos y nunca entrar en contacto con desconocidos”, advierten desde Lingokids. Su estudio muestra que “un 59% de los padres afirma que sus hijos todavía no se interesan por ese tipo de juegos, y el 6% restante reconoce no estar muy al tanto de los juegos a los que juegan”.