El 14 de marzo de 2024, ElPlural.com publicó una información firmada por la periodista y amiga Cynthia Coiduras con un objetivo claro: desmentir el bulo difundido por Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso, sobre un supuesto pacto ofrecido por la Fiscalía al novio de la presidenta madrileña. Aquella noticia, que se convirtió en uno de los temas del día en la Asamblea de Madrid, se elaboró con rigor y bajo los principios de veracidad y responsabilidad periodística.
Diferentes periodistas de la redacción de ElPlural.com recibieron el documento en cuestión por distintas vías. No hubo un único origen ni una “filtración dirigida”, como algunos sectores han querido insinuar en las últimas semanas.
En ningún caso —y esto es esencial— fue el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ni Pilar Sánchez Acera, entonces jefa de gabinete del Ministerio de Justicia, quienes remitieron o filtraron el documento. Ambos están siendo injustamente señalados por algo que no hicieron.
Ese documento circulaba ya libremente entre redacciones de varios medios nacionales. Estimo que, para entonces, más de 400 periodistas podrían haber tenido acceso a su contenido. ElPlural.com decidió publicarlo movido por la indignación ante un intento de convertir una mentira en verdad desde la Comunidad de Madrid. La decisión fue estrictamente periodística, tomada tras contrastar los datos y confirmar que el supuesto pacto al que aludía Miguel Ángel Rodríguez era rotundamente falso.
La verdad frente al bulo
ElPlural.com actuó en defensa del rigor informativo. Publicar aquella noticia no respondía a ningún interés político ni institucional, sino al compromiso con la verdad. “Una mentira repetida no podía convertirse en verdad”, fue la premisa que motivó su difusión.
En ese contexto, incluso se contactó con compañeros de El Mundo para advertirles de que la información que habían difundido era incorrecta. Sin embargo, el diario defendió su pieza como una “exclusiva”, cuando lo que realmente mantenían en exclusiva era el bulo.
Aquel episodio supuso una decepción personal y profesional con colegas que prefirieron sostener una falsedad antes que rectificarla. Desde entonces, ese desencuentro ha permanecido como una herida abierta.
Además, el necesario recordar que el día de la publicación, 14 de marzo de 2024, coincidía con un Pleno de la Asamblea de Madrid, por lo que se anticipaba que el asunto ocuparía un lugar central en el debate político.
Con ese contexto, ElPlural.com se puso en contacto con diferentes partidos de la oposición —una práctica habitual y plenamente legítima en el ejercicio periodístico— para recabar valoraciones sobre un asunto de evidente interés público. En ningún momento se trató de “coordinar” una estrategia, sino de cumplir con el deber de contrastar y ofrecer voces plurales.
Un señalamiento injusto
Hoy, meses después, el caso ha derivado en un injusto señalamiento al fiscal general del Estado y a Pilar Sánchez Acera, que están siendo presentados como responsables de una supuesta filtración que nunca existió.
La realidad es otra: ElPlural.com recibió el documento por cauces diversos, sin intermediarios institucionales, y lo publicó porque era su deber desmentir una falsedad que afectaba al prestigio de la Fiscalía y al propio Estado de Derecho.
La labor periodística de aquel día fue transparente, honesta y profesional. La verdad está documentada: ni el fiscal general del Estado ni Pilar Sánchez Acera filtraron nada a ElPlural.com. Lo que hubo fue un intento de manipular la opinión pública desde el entorno de la Comunidad de Madrid, y un medio que decidió no ser cómplice de esa mentira.
En definitiva, la historia no va de filtraciones, sino de cómo un bulo intentó convertirse en verdad, y de cómo ElPlural.com decidió hacer lo que siempre debe hacer el periodismo: contarla tal y como es.
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