El cáncer se ha llevado a Satoru Iwata, presidente de Nintendo, este fin de semana a los 55 años de edad. La gran empresa japonesa de videojuegos pierde a una de las figuras más importantes en su historia, si no la que más ha marcado su pasado y, por extensión, su futuro (o actual presente). Sus decisiones de mercado llevaron a la compañía a vender cientos de millones de videoconsolas y videojuegos con Nintendo DS y Wii; a posicionarla como la gran alternativa en la guerra sempiterna entre Sony y Microsoft; y, más recientemente, a convertirla en una empresa más simpática en la que sus ejecutivos se servían del humor, los memes o las marionetas para presentar sus novedades.


La multinacional ha confirmado la noticia a través de un comunicado oficial según el cual Iwata falleció el sábado 11 de julio por un crecimiento de las vías biliares. No eran nuevos estos problemas de salud, a los que ya se aludió en 2014 cuando no le fue posible asistir personalmente a la edición de aquel año del E3.

Hijo de alcalde
Su legado, entre otras cosas, se compone de un buen número de títulos que han pasado ya a la historia del videojuego. Hijo del alcalde de la ciudad nipona de Sapporo, los intereses de Iwata iban por un camino muy diferente. Desde niño se interesó por la programación y los videojuegos, que ya producía durante sus años en el instituto. Más tarde, se titularía en Ciencias de la Computación y empezaría a trabajar en HAL Laboratories como programador freelance.

Su relación con Nintendo empezó ahí, pues HAL trabajaba muy de cerca con la empresa. En 1983, se convirtió en el coordinador de software de HAL y trabajó en sus primeros grandes éxitos: Balloon Fight, EarthBound y creó a Kirby, ese simpático monstruo rosa que se lo come todo y que a día de hoy sigue publicando videojuegos (Kirby y El Pincel Arcoíris, el último de momento, se publicó en Wii U el pasado mayo).

En 1993, con HAL al borde de la quiebra, fue designado presidente y consiguió estabilizar sus cuentas. En 1995, aún fuera de Nintendo, participó en el desarrollo de Pokémon Oro y Plata para Game Boy (creó un set de compresión para meterlo en los limitados cartuchos de la época) y de Pokémon Stadium para Nintendo 64.

En Nintendo desde 2000
El salto definitivo de Iwata a Nintendo se produjo en el año 2000, cuando empezó a dirigir la división de estrategia de la empresa. Duraría poco en este puesto, pues en el año 2002, fue designado para sustituir al histórico Hiroshi Yamauchi, convirtiéndose en el cuarto presidente de la compañía y el primero ajeno a la familia Yamauchi. Bajo su mandato, Nintendo se recuperó de las bajas ventas de Game Cube y volvió a ser un gran contendiente con Nintendo DS y luego con Wii, que suman entre ambas unos 255 millones de dispositivos vendidos en el mundo y que llevaron los videojuegos a otras personas más allá de los jugadores habituales.

Iwata deja atrás una compañía muy diferente a la que recibió. Nintendo sigue siendo la reina de las portátiles con Nintendo 3DS, aunque su imperio se haya mermado debido al avance de los smartphones. En la sobremesa, Nintendo es la alternativa a PlayStation 4 y Xbox One con Wii U, que no ha replicado el éxito de su predecesora, pero que ha servido de campo de prueba para los Amiibo, unas figuritas de plástico que representan a diferentes mascotas y personajes de Nintendo que usan un chip NFC para comunicarse con las consolas y que han vendido ya cerca de 10 millones de unidades.

La medida más importante tomada por Iwata, sin embargo, en los últimos meses ha sido el anuncio de que Nintendo desarrollará videojuegos en paralelo para sus consolas y para dispositivos móviles con ayuda de la empresa japonesa DeNA. Fue algo que muchos encontraron peligroso y que mermaría la calidad de los títulos y de la imagen de la empresa, pero que aún está por ver. Sin duda, este es el legado más reciente de Iwata a nivel empresarial.

El futuro de Nintendo es ahora incierto tras su muerte. Junto con la confirmación del desarrollo de videojuegos para smartphones, Iwata también anunció una nueva plataforma de videojuegos, que de momento se llama solo Project NX, pero que iba a aunar una nueva plataforma de servicios heredera del Club Nintendo con un desarrollo conjunto con smartphones. Los rumores decían que iba a ser una consola Android, pero luego se desmintieron, así que NX sigue envuelta en el misterio.

Lo que es evidente es que su muerte, tal y como sucedió durante su vida, no ha dejado a nadie indiferente. (By Elsotanoperdido)