Si tuviéramos que decidir qué tipo de proyectos son los más complejos hoy en día, sin duda serían todos los relacionados con el sector aeroespacial. En ellos, es fundamental no solo un planteamiento teórico, sino ingeniería del máximo nivel, fabricación, coordinación de multitud de equipos y proveedores….

Entrar en el selecto grupo de empresas que participan en ellos no es más sencillo que llevarlos a cabo. Pero una compañía española, Stalantis, lo ha conseguido a base de innovación, conocimientos y mucha, mucha paciencia. Acaban de lanzar al espacio, desde la estación de la Agencia Espacial Japonesa, JAXA, situada en la isla de Tanegashima, la primera cámara óptica de dimensiones reducidas para la observación de la Tierra y el análisis de diferentes parámetros espectrales relacionados con el medioambiente.

Su CEO, Juan Tomás Hernani, nos ha explicado cómo se consigue un éxito de estas dimensiones.

Juan Tomás Hernani es el CEO de Satlantis

Juan Tomás Hernani es el CEO de Satlantis

Soy un joven emprendedor de 58 años

En primera persona

Hernani ha vivido el emprendimiento y la innovación en primera persona, desde todos los ángulos posibles. Hace casi 40 años de su primera aventura empresarial y hoy se considera -entre risas- un “joven emprendedor de 58 años”. No solo ha creado compañías, también ha sido responsable de generar las condiciones idóneas para que otras personas puedan hacerlo, desde su puesto de secretario general de Innovación del ministerio de Ciencia e Innovación entre 2009 y 2012.

Durante estos días, se permite disfrutar de las celebraciones, pero no pierde la cabeza. “Este momento de gloria es estupendo. Pero luego hay que venir con la escoba a recoger el confeti y las guirnaldas y darte cuenta de que hay que seguir trabajando duro”, explica.

Después del éxito, hay que seguir trabajando duro

Los ingenieros de Satlantis, han creado la primera cámara montada en un microsatélite del mundo

Los ingenieros de Satlantis han creado la primera cámara montada en un microsatélite del mundo

Ocho años

Poner una cámara en el espacio no es sencillo. Han sido casi ocho años de trabajo. “Todo esto se lo inventa Rafa Guzmán, un sevillano-norteamericano que es el director del departamento de Astrofísica de la Universidad de Florida. Él estaba desarrollando tecnología para su investigación sobre la materia oscura. Cuando Cristina Garmendia era ministra de Ciencia, se va a Florida en 2010 a un lanzamiento en el que había participado el CESIC y allí conoce a Rafa. Él le cuenta sus ideas sobre el telescopio y empieza a surgir la idea de que, en lugar de mirar hacia arriba, mire hacia abajo montado en un microsatélite. Y así empezó”.

El proyecto era más complejo de lo que podía parecer en un primer análisis “por la intensidad de disrupción que significaba”. Aun así, Hernani y el resto del equipo identificaron una oportunidad: “Viendo la situación de mercado, con el crecimiento de los microsatélites que en 2012 se empezaba a anunciar, nos dimos cuenta de que era un tema que podría salir adelante”.

En Bilbao teníamos un ecosistema muy bueno

Primeros pasos

En 2013, se crea la compañía en Florida. Pero un año después, se traslada a Bilbao. “Estados Unidos es la mitad del mercado y quizá habría sido un buen sitio para desarrollar el proyecto. Pero yo no soy la persona para eso: había que conocer inversores, clientes, partners, cadena de valor… y yo allí no quería hacerlo por cuestiones personales y vitales. En Bilbao teníamos un ecosistema de mecánica de precisión, de desarrollo electrónico, de software y de apoyo institucional local muy bueno. Creo que fue un acierto”.

Desde su visión como emprendedor y con la experiencia de haber sido responsable de fomentar la innovación en nuestro país, asegura que “no existe una receta” para crear las condiciones idóneas para que eso suceda. “Pero hay una serie de ingredientes básicos. En primer lugar, la gente tiene que ser de diferentes perfiles con experiencia multidisciplinar”.

No debemos imitar a Silicon Valley

Financiación pública

También afirma que, en lo referente a la financiación por parte de instituciones públicas, “no debemos imitar a Silicon Valley” porque adoptar sus estructuras sería como “pretender regar un río seco con una manguera. Tenemos que ir al riego gota a gota, colocar cada gota en cada proyecto, sin que se escape demasiada. A veces tenemos mentalidad de riego por inundación y tenemos que ir más a una financiación de la innovación muy enfocada, en proyectos que haya que pelear”.

Además, el papel del sector público, sobre todo en cuanto a la demanda, es clave. “No me des un programa de innovación, no me des subvenciones, dame oportunidades para trabajar contigo”, afirma rotundo.

No me des un programa de innovación, no me des subvenciones, dame oportunidades para trabajar contigo

Al margen de las condiciones macro, según Hernani cada emprendedor debe “equilibrar finanzas, tecnología y mercado. Si no te das cuenta de que seguro vas a tardar más de lo que indica el plan de desarrollo y que necesitas el doble de dinero de lo que dice el Excel, no te va a salir”.

Éxito

Algo que han hecho muy bien en Satlantis. Hernani asegura que la reducción de peso de la cámara [es un 80 por ciento más ligera que las de los competidores] permite montarla en un microsatélite de unos 50 kilos. Lo que genera unos ahorros de tal calado para sus clientes, que significa que prácticamente “podríamos cobrar lo que quisiéramos”.

En Satlantis son conscientes de que no hay tiempo para el descanso en su sector. “Hemos sido los primeros en colocar una cámara de estas dimensiones en el espacio y lo que tenemos que hacer es seguir corriendo. La del próximo lanzamiento es todavía más pequeña, cinco kilos, y la entregamos en octubre. También tenemos que pasar al mundo infrarrojos, ser capaces de ver temperatura, poder hacer data fusión [fusión de datos] en el espacio con otro tipo de sensórica como el IoT [Internet de las cosas]… Hay una carrera galopante”.