Han pasado 75 años desde la primera resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas. ¿Sabes cuál era su objetivo? Lograr el desarme nuclear a nivel mundial. Tres cuartos de siglo después, aquí seguimos, con alrededor de 13.080 armas de ese tipo en el mundo, según datos de la propia ONU.

“Los países poseedores de armamento nuclear cuentan con programas de modernización de sus arsenales a largo plazo con una dotación de fondos”, afirman desde la organización internacional.

Más de la mitad de la población mundial aún vive en países que tienen este tipo de armas o son miembros de alianzas nucleares

Medio mundo

Y señalan que “más de la mitad de la población mundial aún vive en países que o bien tienen este tipo de armas o son miembros de alianzas nucleares”. Aunque ha habido importantes reducciones desde el apogeo de la Guerra Fría, “no se ha destruido físicamente ni una sola arma nuclear de conformidad con ningún tratado, bilateral o multilateral, y tampoco hay negociaciones en marcha sobre esta cuestión. Mientras tanto, la doctrina de la disuasión nuclear persiste como un elemento de las políticas de seguridad de todos los estados que poseen este tipo de arma y sus aliados”.

De hecho, países como Estados Unidos o la Federación Rusa, que se habían comprometido a desmantelar algunas de estas armas, no lo han hecho. No obstante, ambos han prorrogado su tratado bilateral sobre la Reducción y Limitación de las Armas Estratégicas Ofensivas ("nuevo START") hasta febrero de 2026.

“Esta prórroga brinda una oportunidad para que los poseedores de los dos arsenales nucleares más grandes acuerden nuevas medidas de control de armas”, señalan desde la ONU.

Una sola arma nuclear puede tener consecuencias humanitarias catastróficas

Pocos avances

La organización reconoce que “la frustración ha aumentado entre los estados miembros, debido a la lentitud del desarme nuclear, especialmente con las crecientes preocupaciones en todo el mundo sobre las consecuencias humanitarias catastróficas de una sola arma nuclear, sin hablar de lo que supondría una guerra nuclear regional o global”. Una situación que nos puede parecer propia de Hollywood, pero que potencialmente es un riesgo real en la actualidad.

Por eso, Naciones Unidas afirma que “los desafíos de seguridad que aún prevalecen no pueden ser una excusa para seguir confiando en las armas nucleares y olvidar nuestra responsabilidad de buscar una sociedad internacional más pacífica”.

Más del 90 por ciento de las armasw nucleares pertenecen a Rusia y Estados Unidos

Malas perspectivas

Sin embargo, la situación no tiene buen aspecto. Aunque, como hemos señalado, la ONU sitúa la cifra de cabezas nucleares en el entorno de las 13.080, Arms Control Association [asociación para el control de armas, una entidad independiente fundada en 1971] la eleva hasta las 13.500. “Más del 90 por ciento pertenecen a Rusia y Estados Unidos”, afirman; y aseguran que unas 9.500 están en servicio y el resto esperan a ser desmanteladas.

Por países, Rusia cuenta con 6.375, Estados Unidos con 5.800, China 32, Francia tiene 290, Reino Unido 215, Pakistán 160, India 150, Israel 90 y Corea del Norte entre 30 y 40.

Los secretos y la tecnología para construir la bomba atómica se difundieron rápidamente

Una carrera sin ganadores

Desde Arms Control Association relatan el origen de esta carrera armamentística. “En los albores de la era nuclear, los Estados Unidos confiaban en mantener el monopolio de su nueva arma, pero los secretos y la tecnología para construir la bomba atómica se difundieron rápidamente”.

Cuatro años después del lanzamiento de las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki, la Unión Soviética realizaba sus primeras pruebas nucleares. Reino Unido en 1952, Francia en 1960 y China en 1964 se unieron a la carrera.

Para frenarla, en 1968 se firmó el Tratado de No Proliferación y en 1996, otro por el que se prohibían las pruebas nucleares. Pero países como. Israel, India o Pakistán nunca llegaron a firmar el acuerdo y Corea del Norte se retiró de él en enero de 2003. Y se sospecha que Irán, Libia y Siria pueden contar con programas de desarrollo de este tipo de armamento.