Más de 6.000 personas evacuadas. Más de 900 edificios sepultados. Más de 3.000 hectáreas de terreno cubierto de ceniza. Son algunos de los datos que nos ha dejado [de momento] el volcán de la isla de La Palma.

Se trata de la octava erupción registrada. La primera tuvo lugar entre 1430 y 1440 en Tacande. La anterior a la actual, en 1971, se produjo en el Teneguía y se mantuvo activa durante 24 días. La media de duración es de 55 jornadas, pero en 1585, la de Tehuya se alargó hasta 84 y en 1646 la de Martín o Tigalate, hasta 82.

La erupción del Teneguía, en 1971, se mantuvo activa durante 24 días

Nuestro compañero Borja García ha preparado un una, sino dos infografías con todos los datos.

La erupción actual es la octava registrada

El de la Palma es un volcán de tipo estromboliano, que no es el más explosivo. Sin embargo, puede provocar riesgos para la salud como lesiones oculares, irritación nasal, dolor de garganta, tos seca e incluso falta de aire. Además, el polvo fino estimula la secreción del revestimiento de las vías pulmonares.

Los volcanes pueden provocar riesgos graves para la salud
En cualquier momento hay entre 40 y 50 volcanes activos

Arquitectos de la Tierra

Los volcanes son fundamentales para la Tierra. De hecho, más del 80 por ciento de la superficie del planeta ha sido creada por ellos. Y están presentes en todos los continentes, incluida la Antártida. En la actualidad, hay unos 1.500 considerados como potencialmente activos.

La mayoría de los volcanes se forman en los bordes de las placas tectónicas, que se mueven de forma constante y chocan entre sí. Cuando sucede, una de ellas se hunde debajo de la otra.

Su actividad es constante. Este mismo martes, se ha registrado un terremoto de magnitud 4,6 en la isla de Hawaii. Y el 29 de septiembre hubo una erupción en el Kilauea. La lava, en este caso, no ha salido del cráter Halema’uma. La actividad sísmica y las emsiones de gases siguen siendo elevados. Se calcula que en cualquier momento hay entre 40 y 50 volcanes activos y el número de erupciones por año oscila entre 56 y 88 desde 1991.

Un volcán es el resultado visible en la superficie terrestre de un largo proceso geológico

Cronología de La Palma

Como explica el Instituto Geográfico Nacional [IGN], el 19 de septiembre se inicia la erupción en la zona de Cabeza de Vaca, en el municipio de El Paso, “después de una intensa actividad tanto sísmica como de deformación, registrada desde el día 11 de septiembre”.

Un volcán “es el resultado visible en la superficie terrestre de un largo proceso geológico, por el cual aflora material rocoso fundido (magma) y gases del interior de la Tierra de una manera más o menos violenta. La sucesiva acumulación de este material en los alrededores de la zona de emisión forma un relieve, que generalmente adopta una forma cónica que se denomina edificio volcánico y que puede llegar a tener considerable altura. El orificio por el que sale este material se denomina boca eruptiva”, explica el IGN.

El volcanismo canario supone un riesgo potencial para unos dos millones de personas

Riesgos volcánicos

Desde el instituto nos recuerdan los siete peligros volcánicos principales: coladas de lava, caída de cenizas, flujos piroclásticos, emanaciones de gases, lahares, deslizamientos de ladera y tsunamis.

“Si el magma es emitido a la superficie como un líquido, la erupción se denomina efusiva y su principal peligro volcánico asociado son las coladas de lava”. Su velocidad y alcance depende de la viscosidad de la lava y el ritmo de la emisión, principalmente.

Los flujos piroclásticos se generan cuando “la pluma generada por una erupción explosiva no tiene la energía suficiente o la densidad adecuada (menor que la de la atmósfera circundante) para poder desarrollarse o mantenerse como una columna convectiva se produce un colapso”.

Los lahares o flujos de lodos, por su parte, son avalanchas de material volcánico no consolidado, especialmente cenizas, movilizadas por agua; y se comportan de forma similar a las riadas.

“Muchos edificios volcánicos están formados por la acumulación de los materiales de sucesivas erupciones sin cohesión entre ellos. La superposición de materiales duros y blandos da lugar a una estructura que, en algunos casos, puede resultar inestable y producir el colapso de una parte del edifico”, explica El IGN sobre los deslizamientos de ladera, que pueden ser causa y consecuencia de una erupción.

El Archipiélago Canario forma parte de la Macaronesia con Azores, Madeira, Salvajes y Cabo Verde

Región volcánica

Y señala que las islas Canarias constituyen una de las regiones volcánicas activas más interesantes de la Tierra: “Independientemente de su interés científico, el volcanismo canario supone un riesgo potencial para unos dos millones de personas que residen en alguna de sus ocho islas mayores o las visitan como turistas. Esta circunstancia exige mantener una vigilancia continua de la actividad volcánica, así como desarrollar medidas de prevención ante una posible crisis eruptiva”.

En la terminología usual de las áreas volcánicas, el Archipiélago Canario se incluye en el grupo de islas oceánicas. Forma parte, asimismo, de la Macaronesia con los archipiélagos atlánticos de Azores, Madeira, Salvajes y Cabo Verde.

El volcanismo canario es consecuencia del choque contra la placa europea del continente africano

Un área peculiar

“La principal singularidad del volcanismo canario es su prolongada actividad (más de 50 millones de años) y volumen (unos 150.000 km3), que no concuerda con los rasgos volcano-tectónicos que corresponderían a su ubicación en un margen continental pasivo”.

La explicación a esta peculiaridad podría encontrarse en “las favorables condiciones que se generaron al frenarse la deriva del continente africano, cuando choca con la placa europea, hace unos 60 millones de años. Este choque, provoca un giro de África en sentido contrario a las agujas del reloj", que crea "un marco compresivo donde se conjugan los esfuerzos resultantes de este giro con la continua expansión del Océano Atlántico”, detalla el IGN.

En el volcanismo canario se manifiesta una gran diversidad de mecanismos eruptivos, que pueden sintetizarse en dos grandes grupos: Volcanismo basáltico efusivo y Volcanismo félsico explosivo. Las erupciones basálticas monogenéticas son relativamente tranquilas, a excepción de las que surgen en la línea de costa, donde es frecuente que la explosividad aumente al interaccionar agua y magma (erupciones hidromagmáticas) y se formen conos achatados con cráteres de gran diámetro.