El verano debería ser una época tranquila para todo el mundo, pero sobre todo para las niñas y los niños. Sin embargo, una serie de catastróficas desdichas parece haberse cebado sobre quienes no tienen culpa de nada.

La última de ellas, el terremoto de Haití, sobre el que todavía no se tienen cifras por edades de fallecidos, heridos y de personas que lo han perdido todo. “Centros de salud, colegios, puentes y otras instalaciones e infraestructuras esenciales de las que niñas, niños y familias dependen, también han sufrido el impacto -en muchos casos, irreparable-“, explica Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF. Y añade a sus temores los derivados del paso de la depresión tropical Grace.

“Este desastre coincide con inestabilidad política, creciente violencia por parte de bandas, tasas alarmantes de desnutrición en la población infantil y la pandemia de Covid-19, para la que Haití ha recibido 500.000 dosis de vacuna, a pesar de necesitar muchas más”, afirma Fore. Su máxima preocupación se dirige hacia “las niñas y niños que han sido separados de sus familias”, quienes “necesitan protección en medio del caos”.

En Siria, desde el comienzo de julio al menos 45 niños y niñas han sido asesinados o heridos

Diez años de guerra en Siria

Otro lugar del mundo en el que la población infantil está sufriendo las consecuencias de conflictos de los que no son culpables es Siria. Allí, al menos 45 niños y niñas han sido asesinados o heridos desde el comienzo de julio. En la ciudad de Al-Qastoun, al norte del país, hace unos días cuatro menores de la misma familia murieron en un ataque a una zona residencial, según informa UNICEF.

La organización exhorta a todas las partes involucradas en el conflicto a proteger a los niños en todas las ocasiones, porque “tras diez años de conflicto en Siria, la matanza de niñas y niños se ha convertido en un lugar común”. Algo que “nada justifica”: “Demasiadas familias son arrastradas al dolor por una pérdida irreparable: sus hijas e hijos”.

Las atrocidades contra la población infantil crecen cada día en Afganistán

Atrocidades en Afganistán

Afganistán también está registrando “una rápida escalada de la violencia contra las niñas y niños”, según UNICEF. Entre el 6 y el 8 de agosto, 27 fueron asesinados y 136 heridos en el país, la mayoría en la provincia de Kandahar. “Las atrocidades crecen cada día”, denuncia Hervé Ludovic De Lys, representante de la organización en la zona.

Como destaca De Lys, “esto no son números. Cada una de esas muertes y cada caso de sufrimiento físico es una tragedia personal”. Y añade que “su derecho a la protección, bajo las leyes humanitarias internacionales, ha sido ignorado por las partes en guerra”.

El representante de UNICEF  asegura que la escalada de violencia en Afganistán que reflejan estas situaciones suponen también un trauma para muchos menores que han sido testigos de atrocidades contra sus familias y comunidades. “Las niñas y niños no deberían pagar con su infancia por este empeoramiento del conflicto. Solo el fin completo de las hostilidades puede proteger a los niños de Afganistán. Mientras continúe la ira del conflicto, su derecho a crecer está en peligro, sus futuros en riesgo y sus contribuciones al futuro de su nación, disminuidas”, asegura.

La organización ha hecho un llamamiento a quienes participen como mediadores para conseguir que las partes del conflicto cumplan con sus obligaciones hacia la población infantil.

Etiopía: se intensifica la lucha

En Etiopía, el 5 de agosto fueron asesinadas más de 200 personas, más de la mitad de las cuales eran niñas y niños de familias desplazadas que habían buscado refugio en un edificio sanitario y una escuela en la región de Afar. El ataque también destruyó las reservas de comida de la zona, lo que ha generado niveles alarmantes de desnutrición e inseguridad alimentaria.

“La intensificación de la lucha en Afar y otras áreas cercanas a Tigray es desastrosa para las niñas y niños”, afirma Fore. Según sus datos, más de 160.000 se encuentran en condiciones de hambruna, una situación que afecta a un total de 400.000 personas. La cifra de desplazadas supera ya los dos millones.

UNICEF estima que el número de niños y niñas que sufren de niveles de desnutrición que ponen en peligro sus vidas se multiplicará por diez en los próximos doce meses. Por ese motivo, Fore hace un nuevo llamamiento al cese de hostilidades y a que “todas las partes hagan todo lo que esté en sus manos para proteger a la población infantil”.