Escuchamos hablar mucho de la guerra de Ucrania y, obviamente, no se puede negar que se trata de una crisis humanitaria de primer orden. Pero también lo es la de Yemen.

La Organización Mundial de la Salud [OMS] advierte de que 20,3 millones de personas necesitan asistencia sanitaria urgente: “Cerca de ocho años de conflicto armado intensivo, han dejado a dos tercios de la población yemení necesitada de asistencia humanitaria”, advierte.

Dos tercios de la población yemení necesitan asistencia humanitaria urgente

Crisis humanitaria en Yemen

Según datos de la institución, ya hay 4,5 millones de personas desplazadas dentro del país: “La violencia endémica y el deterioro económico, unidas a la inseguridad alimentaria y los recurrentes brotes de enfermedades, han hecho derrumbarse el sistema sanitario del país”.

De hecho, en la actualidad, el 46 por ciento de las instalaciones sanitarias del país no están en condiciones de funcionar, total o parcialmente, por falta de personal, fondos, electricidad, medicinas, suministros y equipamiento.

Los fondos recaudados para 2023 equivalen a tan solo el 3,5% del total necesario

Ayuda

Según la OMS, se necesitan 392 millones de dólares para ofrecer la asistencia sanitaria de la que 12,9 millones de personas tienen “una necesidad aguda”. Por eso, “Yemen necesita apoyo urgente y consistente de donantes internacionales y otros actores, para evitar el potencial derrumbamiento de su sistema sanitario”, afirma Adham Abdel Moneim, representante de la organización en el país.

Por eso, es fundamental “incrementar los fondos urgentemente”, puesto que los que aporta la OMS, junto con otros 44 miembros del Cluster Sanitario creado el año pasado, equivalen a tan solo al 3,5% del total necesario para 2023.

“A menos que se dé la vuelta a esta enorme brecha presupuestaria, no seremos capaces de sostener las intervenciones ante la emergencia sanitaria en Yemen”, explica Moneim.

Según datos de la OMS, medio millón de niños y niñas están en riesgo de muerte por hambre

Situación límite

La situación es extrema para la población del país. Se calcula que 15,3 millones de personas no tienen acceso a agua, instalaciones sanitarias e higiene; y 17,3 millones sufren de inseguridad alimentaria aguda.

Y lo que es más grave: 540.000 niños y niñas están en riesgo de muerte por hambre; 1,1 millones de menores de 5 años padecen malnutrición aguda; y 7,9 millones tienen necesidad crítica de servicios sanitarios.

También las mujeres sufren más los impactos de esta crisis: 2,9 millones de ellas en edad reproductiva carecen de servicios de maternidad, pediatría y reproductivos.

Las áreas en mayor peligro son los distritos remotos y afectados por conflictos

Mínimos y prioridades

Las áreas en mayor peligro son “los distritos remotos y afectados por conflictos”. Por eso, es preciso hacer realidad “un paquete mínimo de servicios sanitarios que priorice el acceso a la sanidad primaria para los grupos de población vulnerables”.   

Este paquete mínimo de servicios incluye las intervenciones y servicios continuos más urgentes en cada nivel de cuidados, desde la prevención y diagnóstico, hasta el tratamiento y la rehabilitación.

La estrategia a seguir en Yemen

Las prioridades del Cluster Sanitario pasan por mantener centros de alimentación terapéutica, incrementar la vigilancia frente a las enfermedades, responder a todos los brotes de enfermedades infecciosas, apoyar a los servicios e instalaciones sanitarias, controlar las enfermedades tropicales que se han dejado de monitorizar, luchar contra males crónicos como la diabetes y el cáncer, mantener instalaciones de suministro de agua, higiene y de saneamiento -para incrementar la prevención y control de las infecciones en los hospitales- y apoyar e incrementar los servicios de maternidad y neonatos, además de dar respuesta a la olvidada crisis de salud mental.

La estrategia de la OMS busca asegurar el acceso continuo a estos servicios para todas las personas vulnerables, a la vez que se incrementan las capacidades y eficiencias del sistema de salud del país, en colaboración con su ministerio.

La institución asegura que las soluciones deben ser “sostenibles”. Deben incluir “la rehabilitación de instalaciones sanitarias; el establecimiento de unidades y laboratorios de los que carece el sistema yemení; el establecimiento de un sistema de vigilancia de brotes de enfermedad; y un sistema de información y gestión de la salud”, entre otras prioridades.

Por supuesto, es fundamental seguir trabajando contra males como la malaria, el dengue, el cólera la difteria y el sarampión, que pueden provocar brotes.

Pero lo fundamental es conseguir una nutrición adecuada, en especial en el caso de los niños y niñas. Y garantizar que se siguen recibiendo el combustible, oxígeno, medicinas y agua.