Hace unos años, tuve la ocasión de viajar a Nigeria. Allí, uno de los sitios que visité fue una aldea a la que se llegaba tras media hora en canoa por un río. El lugar ni siquiera aparecía en Google Maps. Allí, unas cuantas familias sobrevivían prácticamente de la nada. Los niños nos miraban con curiosidad y sonreían al probar las galletas y chucherías que les llevábamos, como lo hacían sus mayores con el resto de comida.  

Los niños de la aldea nigeriana y sus familias viven prácticamente del aire. Foto: Pachi Lanzas

Los niños de la aldea nigeriana y sus familias viven prácticamente del aire. Foto: Pachi Lanzas

Por desgracia, esa es la realidad cotidiana de más de 700 millones de personas en el mundo que viven con menos de dos dólares al día, según Naciones Unidas. Y, aunque es verdad que el coste de la vida no es el mismo en todas partes, esa cantidad –en realidad 1,90 dólares- marca la frontera con la pobreza.  

Y no es solo un problema relacionado con la falta de trabajo: en 2018, ocho de cada cien personas con un empleo de todo el mundo vivían con sus familias en esa situación de ingresos por debajo del límite marcado por la ONU.  

Es un escándalo moral que millones de personas vivan en la extrema pobreza 

Pobreza extrema 

“En un mundo caracterizado por un nivel sin precedentes de desarrollo económico, medios tecnológicos y recursos financieros, es un escándalo moral que millones de personas vivan en la extrema pobreza. Por ese motivo, debemos dejar de pensar que este problema es exclusivamente una falta de ingresos. Se trata de un fenómeno multidimensional que comprende, además, la falta de las capacidades básicas para vivir con dignidad”, explican desde la organización internacional.  

Estas personas “experimentan muchas privaciones interrelacionadas que se refuerzan mutuamente”, lo que les impide ejercer sus derechos y perpetúa su pobreza. Desde condiciones de trabajo peligrosas hasta viviendas inseguras, pasando por falta de alimentos nutritivos, acceso desigual a la justicia, falta de poder político y acceso limitado a la atención médica. 

Este año, el día internacional se centra en el desafío de lograr la justicia social y medioambiental para todas las personas 

Día internacional 

Este año, el tema del día internacional se centra en “el desafío de lograr la justicia social y medioambiental para todas las personas”. Según Naciones Unidas, “el creciente reconocimiento de la multidimensionalidad de la pobreza significa que ambos elementos están inseparablemente entrelazados y que la justicia social no puede realizarse plenamente sin abordar simultáneamente y de manera drástica las injusticias medioambientales”. 

La organización reconoce que ha habido avances en la lucha contra la pobreza en el ámbito de los ingresos, pero “se han tenido menos en consideración, en el marco de un enfoque más global, otras dimensiones importantes de la pobreza como el creciente impacto medioambiental”. 

Los esfuerzos y experiencia de las personas que viven en la extrema pobreza suelen pasar desapercibidos 

Impacto medioambiental 

Las personas que viven en la extrema pobreza son las primeras “en actuar de manera concreta dentro de sus comunidades en respuesta a la misma, al cambio climático y los desafíos medioambientales”.  

Por desgracia, "sus esfuerzos y su experiencia suelen pasar desapercibidos y no se aprecian; no se toma en consideración su capacidad para contribuir positivamente a la búsqueda de soluciones; no se les reconoce como impulsores del cambio y sus voces no se escuchan, especialmente en los órganos internacionales”. 

Es preciso construir un mundo equitativo y sostenible en el que haya justicia social y medioambiental para todas las personas 

Acción 

Con motivo del día internacional, Naciones Unidas llama a la acción: “Esto tiene que cambiar. La participación, los conocimientos, las contribuciones y la experiencia de las personas en situación de pobreza y a quienes se deja atrás deben ser valoradas, respetadas y se deben reflejar en nuestros esfuerzos por construir un mundo equitativo y sostenible en el que haya justicia social y medioambiental para todas las personas”. 

La mayoría de las personas que viven por debajo del umbral de pobreza se encuentran en dos regiones: Asia meridional y África subsahariana. Las altas tasas de pobreza se encuentran en la mayoría de los casos en los países pequeños, frágiles y afectados por conflictos armados. 

El 55 por ciento de la población mundial no tiene acceso a ningún programa de ayuda social de dinero en efectivo 

Sin ayudas 

Aunque en los países desarrollados damos por descontada las ayudas del gobierno y las instituciones a quienes más lo necesitan, esa situación no es la más común: en 2018, el 55 por ciento de la población mundial no tenía acceso a ningún programa de ayuda social de dinero en efectivo, según cifras de la ONU. 

Tú también puedes ayudar a luchar contra esta situación. Puedes unirte a la campaña en las redes sociales utilizando el hashtag #EndPoverty o #AcabarConLaPobreza y conectarte con personas de todo el mundo que se han unido a la lucha para superar la pobreza.