Hasta 186 millones de euros se podrían recaudar para fines sociales, si todas las compañías marcasen la Casilla Empresa Solidaria en el Impuesto de Sociedades. Un gesto que “no cuesta nada” y puede tener un “gran impacto”, como nos explica Paquita Sauquillo, vocal de Comunicación de la Plataforma del Tercer Sector.

Esa cifra representa el 0,7% de la cuota íntegra del Impuesto de Sociedades, según la estimación de recaudación avanzada por el Ministerio de Hacienda para este año, si todas las empresas que presentan este tributo marcaran la Casilla Empresa Solidaria.

Este año, la Casilla Empresa Solidaria se puede marcar durante el periodo de presentación del Impuesto de Sociedades, entre el 1 y 25 de julio, y está actualmente disponible en dos modelos de dicho impuesto: el 200 y el 220. Aparece incluida en el apartado ’otros caracteres – fines sociales’, concretamente, en la casilla 00073 (dentro del modelo 200) o bien en la 069 (en el modelo 220).

El 0,7% de la cuota íntegra se recauda para proyectos del Tercer Sector

Orígenes

“En 2018, empezamos a plantearnos posibilidades de apoyo a la Plataforma, no con el IRPF, sino buscando alguna otra fórmula. Se nos ocurrió -y lo negociamos con el gobierno del PP de entonces- que se introdujera en los presupuestos del Estado una disposición para que a partir de 2018 se crease la Casilla Solidaria”, recuerda Sauqillo.

Nos explica que “esto permitía, por un lado, alianzas de las organizaciones del Tercer Sector; y, por otro, que sin que les costase nada a las empresas, el 0,7% de la cuota íntegra se recaudase para programas y proyectos que realiza el Tercer Sector”.

Por ejemplo, “se financian proyectos de atención sociosanitaria e impacto ecosocial, promoción de la salud y la vida independiente, y de inclusión en la comunidad, lucha contra la discriminación, cobertura de necesidades educativas, de formación y fomento de la inserción laboral, fomento de la seguridad ciudadana y prevención de la delincuencia, promoción de la igualdad de trato, prevención de la violencia, protección de víctimas, promoción y defensa de derechos”, informa la Plataforma del Tercer Sector. 

En 2018, según cifras de la organización, superó los 24 millones de euros. En 2019 subió a 33 y en 2020 “no subió mucho porque, desgraciadamente, tuvimos la pandemia y las empresas sufrieron, como toda la sociedad española, la situación económica”, razona Sauquillo. En 2021, “creo que vamos a subir porque, a pesar de la pandemia, ha habido una situación positiva para las empresas”, dice.

Un 26,4% de la población española son víctimas de la pobreza o exclusión social

Impacto social

Según la Plataforma, la medida “ha supuesto una inyección de fondos más que necesaria para atender a los 12,5 millones de personas víctimas de la pobreza o exclusión social, un 26,4% de la población española”.

Sauquillo explica que el objetivo “como Tercer Sector” es, por un lado, “el beneficio amplio que supone la Casilla Solidaria para crear una sociedad mejor, en un momento en el que cada vez hay más desiguadades, más problemas y más polarización”.

Desde su punto de vista, “esta casilla va a suponer una oportunidad para que las empresas den un paso más y contribuyan de una manera más directa a los desafíos sociales que tenemos, que son bastante importantes en este momento”.

El presidente de la Plataforma del Tercer Sector, Luciano Poyato, afirma que “en términos empresariales, la Casilla Empresa Solidaria es una acción pragmática, eficiente y eficaz y, además, las empresas que optan por marcarla se legitiman socialmente, es un acto de coherencia por las personas que conforman la propia empresa. Elegir marcar la Casilla Empresa Solidaria, como no cuesta nada, se convierte en algo que transforma. Es un salto enorme en cuanto al objetivo empresarial que no solamente genera empleo, sino que apuesta por otro modelo social que genera igualdad. Decide activamente que la gente de nuestro país esté mejor”.

El problema de la Casilla Solidaria es que es poco conocida

ODS

La iniciativa también busca que “se cumpla lo que plantean los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030: que vayamos a un modelo mucho más justo, igualitario y sostenible. Creemos que rellenar esta casilla puede suponer eso”, según detalla Sauquillo.

Pero, para conseguirlo, es necesario que tenga más difusión: “El problema es que es poco conocido. No es como el IRPF que ya está muy asentado en la sociedad. Creemos que a través de los gestores de las empresas”.

Impacto

Este año, la campaña hace hincapié en el concepto de impacto: “En la sociedad, en la empresa, en general para conseguir que haya un mundo mejor”.

Sauquillo explica que “la Agenda 2030 y los ODS requieren también de una estrategia para ponerlos en práctica”. Para conseguirlo, “el sector empresarial juega un papel clave para crear alianzas entre lo público y lo privado. Y esto es una alianza con la que conseguimos que el Tercer Sector -que no es lucrativo- y las compañías -que sí lo son- para generar soluciones económicas, sociales y medioambientales para crear un mundo mejor”.

Explica que “entendemos que los ODS significan la erradicación de la pobreza, reducción de las desigualdades, construcción de la igualdad de género, creación de empleo de calidad, la sostenibilidad… Y, al rellenar esta casilla, se está cumpliendo bastante lo que dicen”.

Y termina recordando que “no les cuesta nada, sean pequeñas o grandes, y es positivo”.