Si crees que la ola de calor que estamos viviendo es algo excepcional, más vale que te vayas acostumbrando, porque según toda la comunidad científica, los fenómenos climáticos extremos cada vez van a ser más frecuentes. Y, como consecuencia, las sequías y la desertificación seguirán avanzando. Todo, como consecuencia de la actividad humana. 

“Las sequías se encuentran entre las mayores amenazas para el desarrollo sostenible, especialmente en los países en desarrollo, aunque bien es cierto que cada vez son más las naciones ricas afectadas. De hecho, las previsiones estiman que para 2050 las sequías afecten a más de las tres cuartas partes de la población mundial”. Así llama la atención Naciones Unidas sobre este problema, precisamente cuando se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía [17 de junio].

Según datos de la organización, el número y la duración de las sequías han aumentado un 29% desde 2000 y, a día de hoy, hay más de 2.300 millones de personas que sufren problemas a causa de la escasez de agua. “Se trata de unas cifras crecientes y preocupantes, máxime considerando que uno de cada cuatro niños en el mundo se verán afectados por este fenómeno de aquí a 2040”, según UNICEF. Y advierten de que “ningún país es inmune a la sequía”.

Este año, el tema del Día Internacional contra la Desertificación, "Superando juntos las sequías", hace especial hincapié en la acción temprana para evitar consecuencias desastrosas para la humanidad y los ecosistemas planetarios.

La causa fundamental de la desertificación es la actividad humana

Degradación de la tierra

La ONU explica que “la desertificación es la degradación de la tierra en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas”. Su causa fundamental es “la actividad humana y las variaciones climáticas. Este proceso no hace referencia al avance de los desiertos existentes”.

Se debe a “la vulnerabilidad de los ecosistemas de zonas secas, que cubren un tercio de la superficie del planeta, a la sobrexplotación y el uso inadecuado de la tierra”.

La organización apunta a “la pobreza, la inestabilidad política, la deforestación, el sobrepastoreo y las malas prácticas de riego” como condicionantes que “afectan negativamente” a la productividad del suelo.

“Existen soluciones y herramientas para combatir la desertificación”, asegura Naciones Unidas, “si todos cooperamos”.

La degradación y disminución de productividad de la tierra provocan que los espacios naturales se deterioren y transformen. Por consiguiente, “las emisiones de gases de efecto invernadero aumentan y la biodiversidad disminuye. También supone la existencia de menos espacios silvestres que amortigüen las zoonosis, como la COVID-19, y nos protejan de fenómenos climáticos extremos, como las sequías, las inundaciones y las tormentas de arena y polvo”.

Todos podemos aportar nuestro granito de arena

Acción

La ONU explica que no solo los gobiernos y las empresas deben estar a la altura: “Todos nosotros podemos aportar nuestro granito de arena para proteger y restaurar la tierra”.

Por eso, propone algunas acciones que podemos llevar a cabo:

  • Desempeña una labor de concienciación sobre métodos para reconstruir mejor con tierra sana en tu zona: evalúa tu comunidad y propón soluciones, contacta con expertos paisajísticos para ayudarte a crear proyectos de restauración, mantente al día de los costes de contaminación resultante del consumo diario, apoya a las economías locales y reduce las emisiones innecesarias de CO2 causadas por el transporte de bienes de consumo a larga distancia.
  • Promueve una política adecuada para la naturaleza y la recuperación de la economía: escribe una carta en la que inste a las autoridades locales a poner en práctica los compromisos en materia de restauración de las tierras, únete a grupos medioambientales que remarquen el papel de la tierra y propón proyectos "protierra" en tu ciudad, como por ejemplo, aumentar la biodiversidad de los parques, embellecer el vecindario fomentar los alimentos locales...
  • Empieza un nuevo proyecto y consigue la participación de empresas con conciencia ambiental.
  • Únete al movimiento global de 10 acciones del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas.
  • Realiza un consumo hídrico responsable y eficiente en tu hogar, huerta o jardín.
  • Participa en la campaña #Droughtland: firma un compromiso personal para evitar que tu país se convierta en una nación asolada por la sequía; envia una postal especial de Droughtland o difunde su información a través de las redes sociales para compartir e inspirar esperanza. Cambia tus hábitos y comparte tus acciones.