El Observatorio Empresarial para el Crecimiento Inclusivo ha presentado, en CaixaForum Madrid, la V edición de su informe anual, que incluye una ‘Guía empresarial para el crecimiento inclusivo: grupos de interés y valor compartido’.

Su objetivo es ayudar a las empresas para que generen mayor valor social y transmitan la importancia de apostar por el crecimiento inclusivo. De esta forma, se crean oportunidades en todos los segmentos de la población, en especial los menos favorecidos, según explica la institución en una nota de prensa.

Hay que potenciar el crecimiento inclusivo para generar valor

Crecimiento inclusivo

“Con este informe queremos ampliar la comprensión práctica del concepto de crecimiento inclusivo para la empresa” explica Mónica Gil-Casares Mesonero-Romanos, directora de Investigación y Consultoría de Fundación CODESPA y coordinadora de la publicación, junto a Isabel Ortiz Travado, responsable de Empresa y Desarrollo de Fundación CODESPA y Social Gob.

La meta es potenciar “las estrategias, las herramientas y las buenas prácticas empresariales que generan valor compartido e inclusivo, desde el diálogo y la colaboración con sus grupos de interés”.

La guía pretende servir de “inspiración para las diferentes áreas y departamentos de la empresa con el objetivo de trabajar por la inclusión y el desarrollo de sus empleados, proveedores o consumidores,”. 

Se ha producido un cambio en la concepción de la vulnerabilidad y la pobreza en nuestro país

Pobreza y vulnerabilidad

El documento destaca el cambio producido en la concepción de la vulnerabilidad y la pobreza en nuestro país. Más allá de los grupos sociales más vulnerables y en riesgo de exclusión (como personas con discapacidad, refugiados, inmigrantes, personas sin techo o víctimas de violencia de género), hoy existen otros factores que inciden en la precariedad en la que viven muchas familias, como la pobreza energética, la precariedad laboral (pobres con trabajo), el desempleo persistente, la pobreza infantil, la brecha digital o la falta de acceso a vivienda.

Sus autoras identifican las claves para crear valor compartido e impulsar el crecimiento inclusivo para aquellos grupos de interés de la empresa con potencial de inclusión a personas desfavorecidas.

Proveedores y plantillas

En el plano de los proveedores, señalan en primer lugar la necesidad de respetar los derechos humanos en toda la cadena de suministro y garantizar una compensación digna. Desde ese punto de partida, se identifican cuatro áreas de impacto: políticas de compra (y pago) responsable y sostenible; formación y desarrollo de proveedores; mejora de la trazabilidad social de insumos y productos; y desarrollo de pymes y proveedores de menor tamaño.

También las plantillas son una clave para este crecimiento inclusivo. En este sentido, una política responsable de gestión de personas debe incluir la promoción de la diversidad e inclusión dentro de la organización. Además, es necesario fomentar la flexibilidad y conciliación para permitir la integración laboral de colectivos vulnerables o en riesgo de exclusión (jóvenes menores de 25 años, personas con discapacidad, inmigrantes, víctimas de violencia de género, mayores de 50 años, entre otros). Por último, también la innovación puede ser una herramienta para la inclusión y promoción del intraemprendimiento. Todo, en un escenario de retribución digna, protección social, formación y aprendizaje continuo en entornos laborales dignos y motivadores.

Consumidores, comunidades e inversores

En cuanto a los consumidores, la guía recomienda desarrollar productos y servicios más accesibles y adecuados a la capacidad de pago de personas con menor capacidad adquisitiva o personas con discapacidad. Para ello, la empresa ha de conocer sus necesidades e incorporar una mirada inclusiva. La formación de clientes y consumidores en hábitos y prácticas saludables y la implementación de campañas de comunicación y marketing, inclusivo son otras de las áreas donde puede contribuir. 

Por otro lado, las compañías tienen la oportunidad de ser más inclusivas al apostar por contratar a personas de las comunidades en las que operan. De esa forma, contribuyen al tejido económico local, al integrar a proveedores locales (sobre todo pymes y emprendedores de menor tamaño) en su cadena de suministro e impulsar proyectos de acción social o de filantropía que mejoren sus realidades.

Por otro lado, el documento destaca que los criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG) han adquirido una especial relevancia en los últimos años, lo que ha favorecido el crecimiento de la inversión sostenible. E identifica cinco áreas clave para el desarrollo de inversores con enfoque inclusivo: la integración del impacto social y la sostenibilidad ambiental en la cadena de valor; asegurar el respeto de los Derechos Humanos; fortalecer el gobierno corporativo; medir el impacto social y ambiental; y medir y comunicar con mayor transparencia el desempeño ASG.

Importancia de las empresas

Manuel Herrando Prat de la Riva, Presidente de Fundación CODESPA, y Jesús Arroyo, Director Corporativo de Asuntos Públicos en Fundación “la Caixa”, han destacado la importancia que tienen las empresas para construir sociedades más prósperas.

Por su parte, Antonio Rodríguez-Pina, Presidente y Consejero Delegado de Deutsche Bank en España, ha subrayado el cambio de rol de la empresa en la sociedad: “Ha habido un cambio de paradigma en cómo las empresas realizan su negocio; donde antes solo importaba maximizar los beneficios ahora tienen que integrar en su actividad las cuestiones ASG -Ambientales, Sociales y de Gobernanza-, cuya sensibilización ha crecido exponencialmente durante los últimos años, y con ella la importancia del crecimiento inclusivo para potenciar el impacto social de las empresas”.

Asimismo, Lidia del Pozo, Directora de Programas de Inversión en la Comunidad en BBVA, ha repasado la evolución de la gestión de los grupos de interés en las empresas durante las últimas dos décadas: “Ninguna compañía puede ignorar a sus grupos de interés, sino que deben entender el peso que tienen en su estrategia para tratarlos de manera diferenciada, establecer canales de comunicación personalizados, conocer sus expectativas y ser capaces de reaccionar ante posibles cambios para nutrir la confianza que han puesto en ella”.